Un nene de 12 años tomó el colectivo equivocado para ir a la escuela, se perdió y entre tres choferes de colectivo lo ayudaron para que llegara sano y salvo a destino. El episodio ocurrió en la línea 634, que recorre la zona Oeste del GBA.Todo comenzó cuando Lautaro, un alumno de la escuela primaria, se tomó el colectivo para llegar dirigirse a la Escuela N°80 pero sin querer se subió al transporte equivocado que lo dejó en la terminal de las Reserva Urbana de Morón, donde llegó notablemente angustiado y con miedo.Allí lo encontró Lucas Giménez, conductor de la línea 634 que se dio cuenta que el niño se había confundido de ramal: debía subirse a la unidad que hace el recorrido por Belgrano y terminó en la Reserva Urbana de la zona Oeste del Gran Buenos Aires.
Ariel Martínez (a la izquierda), Lucas Giménez (en el centro) y Juan Falcón, los tres choferes que coordinaron acciones para dejar al nene en la escuela / Imagen: Primer Plano
Lautaro estaba desorientado y no reconocía el lugar en donde estaba. Decidido a ayudarlo Giménez se contactó a través de su celular con otros dos choferes de la línea de colectivos para la que trabaja y se organizaron para alcanzarlo al destino correcto.”Mi compañero del interno 286, Lucas Giménez, me ubicó y me dijo que estaba con el chico perdido, que tenía que ir al colegio que queda cerca de la terminal a la que yo iba, en Merlo Gómez”, relató Ariel Martínez el segundo chofer del interno 246 de la línea 634 que ayudó a Lautaro a llegar a su escuela.En diálogo con el medio regional Primer Plano relató los hechos: “‘Por favor, no te me vayas’, me pidió, pero yo ya me había ido de la Reserva. Así que pegué la vuelta y volví a buscarlo. Cuando mi compañero me lo pasó, traté de tranquilizarlo”, se explayó el segundo trabajador en intervenir en el episodio.En ese contexto, Martínez continuó buscando alternativas para que el estudiante pudiera estar a horario en la Escuela N°80, ubicada cerca de la intersección de Baradero con Ruy Díaz, en Morón Sur.Así, tras consultar por mensajes de WhatsApp qué otro compañero podía cooperar con la causa, dio con Juan Falcón, el tercer colectivero, conductor del interno 242, que ayudó a Lautaro. Falcón estaba próximo a comenzar su recorrido y se ofreció a llevar al joven. Finalmente, Lautaro llegó al colegio y Falcón no dudó en avisarle a sus compañeros que la tarea estaba exitosamente cumplida.”Quisimos hacer público el caso. Es importante que, si el chico no está apto, los adultos tomen conciencia que no lo pueden largar a la calle. Los choferes lo hacemos siempre con las chicas o con las personas mayores, que muchas veces se confunden”, alertó Martínez.
“Lo hacemos muchas veces”, expresó Martínez y agregó: “No vamos a dejar tirada a la gente por ahí. Además de choferes, somos seres humanos que vivimos en una sociedad en donde pasan cosas y está complicada la mano”, aseveró.La historia continuó por la tarde, cuando Lautaro debía volver desde el colegio hasta su casa. En esa oportunidad tomó el colectivo correcto que lo dejaría en su domicilio y en el recorrido divisó a Martínez que circulaba en otra de las unidades. Unidos por una tierna historia en común se saludaron, de colectivo a colectivo.
