Juego de roles (máscaras) tras la presidencia del Tribunal Constitucional



Dependiendo del día y las circunstancias, la batalla por la presidencia del TC puede ser sutil o descarada. La lucha se libra con hechos, señales y palabras. En los pasillos, en las salas, también fuera del edificio. Con movimientos calculados, soterrados, certeros, los jugadores mueven sus piezas y asumen roles.
El actual presidente provisorio es Cristián Letelier, quien por antigüedad reemplazó al exministro Juan José Romero, que terminó en marzo 2022 su período como ministro del TC. A Letelier le interesa mucho permanecer en el cargo, por lo que le saca lustre a cada una de sus acciones y estaría demorando la elección, esperando la llegada de los dos miembros que tiene que nombrar la Cámara de Diputados, aprobados también por el Senado, por si se le suman más aliados. Hasta ahora serían Alejandra Precht Rorris, por la DC, y Gonzalo Fuenzalida Figueroa, por RN. Situación que debería zanjarse el próximo 28 de junio
Se dice que otro de los interesados en la presidencia del TC es el ministro Nelson Pozo, pero sus opciones se encuentran algo “golpeadas” luego de quedar en evidencia el cambio extemporáneo de su voto, que favoreció a 4Life Seguros de Vida, acogiendo su requerimiento de inconstitucionalidad de la reforma constitucional que permitió, el año pasado, los retiros de fondos previsionales con cargos a las rentas vitalicias (ver aquí). El CDE ha pedido la anulación del proceso y volver a ver la causa con ministros no inhabilitados.
Otra candidata es la ministra María Pía Silva, de sensibilidad DC, Laguista y durante el mandato en el TC de la piñerista María Luisa Brahm, fue su brazo derecho, la apoyó irrestrictamente —hasta cuando fue imputada en los sumarios por maltrato— e incluso integró su comité de régimen interno. Buena parte de su prestigio profesional está fundado en haber sido ayudante y albacea testamentaria del reconocido constitucionalista Alejandro Silva Bascuñán, uno de los redactores de la constitución del 80, que se pasó a la oposición en la época del “caupolicanazo”. Producto de este trabajo conjunto, María Pía Silva es coautora del “Tratado de Derecho Constitucional”, una obra de 13 tomos escrita con Silva Bascuñán desde 1996 y que es considerada una “biblia” en la materia.
María Pía Silva, quien tiene la cuarta antigüedad en la institución, viene hace un tiempo re-ubicándose al interior del organismo, en especial desde el nombramiento de las “cartas” del Presidente Gabriel Boric: las abogadas y académicas Nancy Yáñez y Daniela Marzi, ambas con sensibilidad de izquierda (reemplazaron a Iván Oróstica y María Luisa Brahm). Silva ha hecho grandes esfuerzos por posicionarse como progresista y feminista, pero muchos no olvidan que declaró inconstitucional la educación no sexista y es anti aborto. 
Sin embargo, lo que más complica a la aspirante al sillón presidencial del TC es el conflicto de interés por haber votado a favor de la objeción de conciencia institucional, junto a otros tres ministros (Juan José Romero, Iván Oróstica y Miguel Ángel Fernández), mientras trabajaba para la Universidad Católica (2018). Esa Casa de estudios fue protagonista en contra de la ley de aborto en tres causales, y promotora de la denominada -inédita a nivel mundial- “objeción de conciencia institucional”, consistente en que instituciones  puedan negarse a realizar abortos, por sus creencias,  aunque reciban financiamiento público; entre ellas, el hospital clínico de la UC. María Pía Silva Gallinato era profesora de la UC cuando votó a favor de la objeción defendida por esta universidad. Figuraba como profesora asistente adjunta en el curso “Acciones y recursos constitucionales” en pregrado y “mecanismos de control de constitucionalidad: implicancias y desafíos” en el programa de magíster de la UC. De hecho, hoy en su currículum en la página del TC, aparece como profesora de la Universidad Católica.
 “Dialogante, moderada, con agenda propia”, la describe una fuente. Habrá que ver cómo se desarrolla el juego de máscaras versus los conflictos, y también cómo se mueven las fuerzas y los equilibrios al interior del TC, de cara a una elección interna.

 



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