Viejas conocidas para nuestro sistema sanitario



Desde principios de los 90, el Programa Nacional de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) del Ministerio de Salud implementó una serie de aspectos innovadores para dar cobertura a las enfermedades respiratorias pediátricas, como la incorporación de un médico con conocimientos en neumología pediátrica, un kinesiólogo con formación especializada en el área y una manera de abordar técnicamente las afecciones más frecuentes en niños y niñas.
Esto le otorgó resolutividad a la Atención Primaria de Salud. En términos simples, con la creación del programa, las enfermedades respiratorias en niños han podido ser, en gran medida, cubiertas y resueltas en los consultorios de Chile, hoy Cesfam.
Asimismo, permanece en el inconsciente colectivo de los chilenos, la llamada “Campaña de Invierno”, estrategia sanitaria ligada al Programa IRA y que no es otra cosa que un período del año, específicamente en los meses fríos, en que se redistribuyen y refuerzan los recursos para hacer frente al aumento de casos de enfermedades respiratorias, especialmente en la infancia.
Por eso es que cuando hubo que reconvertir camas para atender los casos graves de Covid en Chile, no fue casualidad que se tomara como modelo las acciones que se venían haciendo cada invierno los últimos 30 años.
Asimismo, la adecuación de las vacaciones es otra de las medidas que ya se han tomado en el pasado. Y por cierto, muy oportuna.
Sabemos que los niños, especialmente los menores de un año, son los que consultan por cuadros de mayor gravedad (neumonía), y que el Síndrome Bronquial Obstructivo (SBO) es la principal causa de consultas. Lamentablemente estas enfermedades son viejas conocidas para nuestro sistema sanitario, solo que es difícil no alarmarse y ver el mundo con los mismos ojos después de la pandemia.
Es tiempo de recordar lo que los chilenos y chilenas hemos aprendido con rigor: los niños y niñas menores de 2 años no deben salir de casa si no es para controles de salud, y los niños menores de 8 años no debieran ir a espacios cerrados con mucha afluencia de público (supermercados, mall, etc.).

Si su hijo está apenas con un poco de secreción nasal no lo lleve a servicios de urgencia porque probablemente se terminará enfermando más. Distinto es si su hijo está irritable, no come, tiene fiebre o le cuesta respirar; en tal caso no esperar más y acudir a su centro de salud más cercano. Seamos también generosos y cariñosos con esos padres que tal vez vienen de otros países en que las enfermedades respiratorias no son tan frecuentes como en Chile. Cuidémonos entre todos.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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