Una investigadora del CONICET fue reconocida con el “Nobel” de Estadística


Andrea Rotnitzky, investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), fue reconocida con el Premio Rousseew – equivalente al Nobel – de la Fundación Rey Balduino de Bélgica junto a un grupo de especialistas en Estadística por sus aportes en inferencia causal, un método estadístico que tiene aplicaciones en medicina y salud pública.La mujer de 62 años que se desempeña en el Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y la Universidad de Harvard, aseguró: “Es un gran honor formar parte de este grupo de intelectuales formidables. Y sin duda es una gran satisfacción que el premio reconozca a la inferencia causal ya que no hace muchas décadas atrás esta disciplina era prácticamente prohibida dentro de la estadística”.

La experta es investigadora principal del CONICET y se desempeña en el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard y en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT

Según comunicó la Fundación Rey Balduino, la argentina fue premiada junto a otros cuatro científicos especialistas en el campo de la estadística por “ser pionero en investigación sobre inferencia causal con aplicaciones en medicina y salud pública. La inferencia causal es el proceso de determinar causas y efectos”.Además de Rotnitzky fueron también premiados James Robins -el jefe del equipo-, Miguel Hernán, Thomas Richardson y Eric Tchetgen Tchetgen. La ceremonia de premiación tendrá lugar el 12 de octubre próximo en una ceremonia en la Universidad de Leuven, en Bélgica.“Es un premio a la contribución metodológica, a la producción de nuevas estrategias para analizar datos y para poder inferir, a partir de los datos disponibles de registros electrónicos médicos, estudios de seguimientos de personas, poder inferir cuáles son las mejores estrategias de tratamiento de enfermedades crónicas”, explicó la matemática del CONICET.”El trabajo en sí es matemático. Las aplicaciones son en salud y en medicina, para discernir a partir de los datos que uno puede recoger y que estén disponibles, qué estrategia es la mejor para tratar a un paciente”, agregó la mujer quien trabaja desde hace 30 años la teoría de la inferencia causal.Sobre su vínculo con el CONICET, expresa: “Estoy agradecida al CONICET porque en los inicios de mi carrera profesional me permitió, a través de una beca pre-doctoral sumergirme en el estudio de la estadística, una disciplina a la que no había sido expuesta durante la licenciatura en Matemáticas”, indicó.

Rotnitzky estudió por dos años en Estados Unidos gracias a una beca pre-doctoral. Luego, comenzó sus estudios de doctorado en la Universidad de Berkeley, California. “En mi madurez intelectual y académica, le agradezco al CONICET apoyar la actividad de investigación de mis extraordinarios colegas estadísticos”, agregó.En relación al premio, Rotnitzky sostiene: “No lo tomo como un logro personal sino como un reconocimiento a la contribución monumental del líder de nuestro equipo, el Dr. James Robins, quien ha sido prácticamente el pionero y creador de toda una rama de la inferencia causal, y lógicamente a la tarea de todo el equipo de premiados quienes hemos acompañado a Robins por muchos años”.



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