Según informe, Chile no ha alcanzado el desarrollo en telemedicina esperado



Chile no ha alcanzado el nivel de desarrollo de la telemedicina en su sistema de salud, pese a los esfuerzos nacionales para impulsarla, de acuerdo a un análisis elaborado por un panel de 30 expertos de organismos públicos, privados y sectoriales.
El trabajo identificó las principales fortalezas y desafíos para establecer las bases técnicas, clínicas y regulatorias para agilizar el proceso de incorporación de nuevas tecnologías en beneficio de los pacientes. Entre las principales ventajas para impulsar el proceso está el de condiciones de infraestructura y conectividad de la población favorables.
Liderado por el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) y apoyado por la biotecnológica Pfizer, el informe establece una propuesta colaborativa para impulsar la telemedicina en Chile, considerando cinco ejes prioritarios: marco regulatorio, buenas prácticas clínicas, recursos humanos, infraestructura y financiamiento.
“La telemedicina como herramienta, debe favorecer el acceso y la oportunidad de la atención y potenciar las acciones de salud con un enfoque promocional y preventivo. Además, el uso de esta tecnología debe asegurar la seguridad del paciente y la continuidad del cuidado. Esto determina la necesidad de incorporar esta estrategia en todos los niveles de atención, con una visión de red”, dijo la directora ejecutiva de CENS, May Chomali.
El proceso convocó a profesionales provenientes de prestadores públicos y privados,  academia, proveedores de servicios informáticos afines a telemedicina y áreas  legislativas y regulatorias. El documento expone una descripción del estado de la telesalud en Chile, un análisis de las principales brechas y posibles alternativas de solución.
De acuerdo al reporte, Chile es un país con condiciones geográficas particulares, con una extensión que dificulta el acceso a grandes centros urbanos, una distribución demográfica concentrada en la zona central y una población envejecida y con alta demanda de especialistas sanitarios.
Chomali remarcó que la incorporación de nuevas plataformas tecnológicas es imprescindible para mejorar el acceso, oportunidad y continuidad de la atención clínica de calidad.
“Necesitamos utilizar todas las herramientas y ventajas de aquellas tecnologías, sobre todo en lugares geográficos donde la distancia y las brechas de médicos especialistas juega un rol crítico. La pandemia ha demostrado la importancia y el valor de las tecnologías para una mejor gestión de los grandes retos sanitarios que enfrentaremos en el transcurso del siglo”.
Un estudio de la Superintendencia de Salud, transcurrido el primer año de pandemia, precisó que las atenciones vía telemedicina crecieron exponencialmente durante 2020. De 1883 atenciones a marzo de ese año, se alcanzaron casi 200 mil, solo entre los prestadores privados. Según los datos de este organismo público, las mujeres (un 58%) y el grupo etario de entre 25 y 44 años son quienes más acceden a estas consultas remotas.
En cambio, entre los 20 y 24 años, se registra el menor interés por la telemedicina (5%). Medicina general con el 30% del total; psiquiatría con el 12%; y medicina electiva con el 9% son los tres campos con mayor cantidad de consultas.
Análisis del estado actual
De acuerdo al panel de expertos, los cambios sanitarios y demográficos representan cada día mayores desafíos para los sistemas de salud a nivel mundial.
“Es en dicho escenario donde el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en salud generan una potente oportunidad particularmente en Chile, país con una geografía que presenta desafíos y a la vez generosas oportunidades para la salud digital”, valoró la directora de CENS.
El informe detalla que a nivel de infraestructura tecnológica, Chile dispone de fortalezas para impulsar la transformación digital de la salud. Por ejemplo, es el país con el mayor avance en el promedio mundial de uso de Internet, alcanzando los valores de Europa.
El acceso a las tecnologías de comunicación tienen una sólida penetración: un 87% de la población dispone de acceso a internet y de ellos el 92% declara su uso diario.
Advierten además que el crecimiento de las redes 5G permitirá fomentar el uso de nuevas tecnologías en los servicios de salud. Incluso, existe un mayor potencial en el recurso humano especializado en este tipo de plataformas, muy por encima de la preparación de los propios profesionales de la salud (CENS ha estimado un déficit de entre 3 mil y 16 mil especialistas para impulsar la transformación del sector).
“La Salud Digital a nivel mundial ha demostrado contribuir a mitigar las brechas geográficas, a aumentar la eficiencia de los procesos clínicos, mejorar la calidad de la atención de salud, reducir los tiempos de espera y costos de traslado, entre otros, lo cual se traduce en un impacto directo en la mejora de las acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y rehabilitación de la salud”, sostiene el reporte.
Recientemente CENS dio cuenta de un freno a las iniciativas para impulsar la telemedicina, tras el boom de las atenciones durante los primeros dos años de la pandemia. La Dra. Chomali comentó que, previo a la emergencia global, la adopción de este tipo de soluciones tecnológicas se encontraba en un punto de estancamiento. Y tras su éxito inicial, el ecosistema está volviendo a una situación similar a la que experimentó en la era pre covid-19.

Cinco ejes de acción
La telesalud –definida como toda prestación de servicios utilizando las tecnologías de la información y comunicación– fue clave para que el sistema sanitario pudiera mantener su continuidad en el contexto de la pandemia.
Según el panel de expertos, si bien Chile ha realizado esfuerzos en distintos ámbitos para sostener su desarrollo, estos no han sido suficientes para avanzar hacia un nivel deseado.
El documento establece recomendaciones para que el país diseñe una política pública efectiva en la adopción de telemedicina, estimulando al mismo tiempo a actores públicos y privados del ecosistema a que avancen en relación a los cinco ejes de acción. Según Chomali, se trata de condiciones de base o “habilitantes” que determinarán el éxito del proceso.
“La telesalud, como estrategia validada por la comunidad científica, no está exenta de desafíos. Los países que adhieren a su uso y la integran dentro de su hoja de ruta para el avance sanitario, deben considerar aspectos de infraestructura, recursos humanos, capacitación, aspectos legales, que requieren de financiamiento y una fuerte inversión económica”.
De acuerdo al informe del panel de expertos los sistemas remotos de atención favorecerán el acceso y la oportunidad de las prestaciones y acciones en salud con un enfoque “promocional y preventivo”. Además, el uso de la telemedicina debe asegurar la seguridad del paciente y continuidad del cuidado. “Esto determina la necesidad de incorporar esta estrategia en todos los niveles de atención, con una visión de red”, puntualizó la facultativa.
A nivel del marco regulatorio, una resolución del año 2018 (la número 342) establece la teleasistencia como una estrategia que permite vincular a las personas con la red de salud. En tanto, la número 435, de 2021, establece definiciones y responsabilidades en este tipo de consultas, además de requisitos financieros y codificaciones de especialidades para los prestadores.
Desde el término del estado de excepción constitucional, Fonasa supedita el pago de prestaciones médicas a la aprobación de un protocolo de calidad, diseñado por CENS, y que considera aspectos como la privacidad, seguridad y usabilidad de las plataformas. El mismo organismo definió, en conjunto con el Colegio Médico, la primera guía de buenas prácticas para estas atenciones en el país.
May Chomalí destacó que entre las recomendaciones más importantes en el plano regulatorio está la protección de datos y autorización para el uso de datos. Otro aspecto crítico, añadió, es el de recursos humanos, pues el país tiene un déficit de especialistas en salud digital y pocos programas destinados a incorporar competencias. Por ello, se sugiere que se puedan incorporar perfiles, certificaciones y nuevos contenidos en mallas curriculares.
Respecto a la infraestructura, se espera que las plataformas de telemedicina se integren a todos los niveles de atención, facilitando el acceso para pacientes con condiciones especiales.
El informe del panel de expertos sugiere que la estrategia en telemedicina se enmarque en la Estrategia Nacional de Salud, identificando necesidades y preferencias de los pacientes para determinar las etapas y procesos clínicos que se implementarán en los programas y centros de salud en todos los niveles de atención. Del mismo modo, alientan a definir indicadores y caracterizar grupos prioritarios de pacientes y servicios para impulsar este proceso.



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