¿Voto universal? Las barreras que aún existen para las personas con discapacidad



La ciudadanía chilena se enfrenta a una de las decisiones más relevantes de su historia. El plebiscito del 4 de septiembre es un hito que tiene el potencial de dar un giro a la trayectoria de nuestra sociedad. Por primera vez en la historia republicana, hemos sido convocados a decidir libremente sobre cómo debe ser la Constitución que rija nuestra vida política. La importancia de la ocasión llevó a decidir que votar fuera una obligación para toda persona habilitada para ello. Sin embargo, a pesar de la obligatoriedad del voto, debemos ser conscientes de que no todas las personas podrán votar. Al igual que en elecciones anteriores, el 4 de septiembre miles de personas con discapacidad enfrentarán importantes barreras para hacer efectivo su derecho al sufragio.
La preocupación por la accesibilidad de este proceso ha llevado a que existan normativas y protocolos establecidos por el SERVEL. En las últimas elecciones hemos escuchado hablar del Derecho al Voto Asistido y hemos visto que las personas con discapacidad tienen preferencia en las filas para votar. Sin embargo, la evidencia indica que estamos lejos de que puedan concurrir a votar sin dificultades y gozando de todos los apoyos necesarios para garantizar el ejercicio de su derecho a voto.
Recientemente lideramos un estudio que analiza la experiencia de votación que tuvieron personas con discapacidad en Chile durante la elección de Convencionales Constituyentes y de Presidente durante 2021. Se trató de un estudio en el que impulsamos una encuesta online en la que participaron 578 personas de todos los colectivos con discapacidad. Los resultados de este estudio ponen en evidencia que aún hay barreras que no han podido ser derribadas. Los datos indican que un 19.5% de las personas con discapacidad que lo solicitaron no pudieron utilizar el mecanismo de Voto Asistido al llegar a las mesas de votación. Asimismo, un 11.5% tuvo problemas para acceder a sus lugares de votación por fallas en accesibilidad física, señalética e información. Parece increíble, pero el estudio informa que en un 21% de los casos en los que la persona pidió ejercer su derecho al Voto Asistido, el presidente y los vocales de mesa no supieron cómo actuar. Estas fallas fueron más frecuentes en regiones que en Santiago.
Más allá de las barreras puntuales que reportan haber enfrentado en las últimas elecciones, un 44% de las personas con discapacidad que participaron de nuestro estudio informan que el tener que asistir presencialmente a los lugares de votación hace difícil el ejercicio de este derecho. Por eso, es urgente que el país pueda avanzar en la modernización de su sistema de votación para que, ya sea utilizando sufragio a distancia o de forma anticipada, se facilite la participación de todas y todos. En este sentido, el cambio de locales de votación para que sean más cercanos al domicilio electoral de las y los votantes es un avance importante que facilitará el voto a muchas personas con discapacidad.
Pero no es suficiente. Considerando los datos recolectados, vemos lo que viene con preocupación. En las próximas elecciones del 4 de septiembre, las personas que no concurran a votar podrán ser multadas. Para evitar pagar esta multa, las personas con discapacidad que no puedan votar podrían tener que argumentar presencialmente ante un juez cuáles fueron las razones por las que no votaron. Esto genera una situación que, nuevamente, les impone barreras.
Queremos recordar que las personas con discapacidad son un colectivo numeroso (al menos un 20% de la población nacional, según información que requiere ser actualizada) y sus vidas se ven afectadas por todas las decisiones públicas. Las brechas en el acceso al voto coinciden con la evidencia disponible respecto a los índices de exclusión social e invisibilización. Estamos hablando de un grupo que no ha podido influir en las decisiones que les afectan, por lo que escuchar su voz es una tarea urgente. Para este efecto, todos los canales de participación y, especialmente, el acceso al voto, deben ser activados y garantizados. El Estado de Chile tiene una tarea pendiente.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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