Jorge Costadoat: «Los que han gobernado el país en los últimos 200 años lo han hecho en base a un conocimiento parcial de la realidad»



El doctor en Teología y sacerdote jesuita Jorge Costadoat abordó aspectos de la propuesta de la nueva Constitución que podrían ocurrir tras el plebiscito, que se realizará el 4 de septiembre. En ese sentido, dijo que “los que han gobernado el país en los últimos 200 años lo han hecho en base a un conocimiento parcial de la realidad”, añadiendo que han emergido otros sujetos, con otros puntos de vista.
-Nos faltan tres semanas para un plebiscito de salida muy importante para Chile, pero no se acaba Chile, Chile va a seguir, vamos a seguir conviviendo, los que estuvieron a favor del Rechazo, los que estuvieron a favor del Apruebo, saltémonos ese hito (…) en ambos casos hay futuro, o no ¿Hay una experiencia común a tu entender en Chile? ¿Tenemos una experiencia epistémica común y es eso importante para el futuro de Chile?  
-La episteme tiene que ver con el conocimiento y la epistemología tiene que ver con cómo conoce uno, y yo creo que lo que está en juego y que estuvo en el mismo estallido social y lo que está pasando hoy día es muy interesante, más allá de la contingencia del plebiscito, porque desde un punto de vista del conocimiento, que el país tiene o que debiera tener, para gobernarse a sí mismo, hay un déficit muy grande, un déficit que yo te diría centenario. 
Si los que gobiernan el país tienen un conocimiento limitado de lo que ocurre en el país, evidentemente que alguien va a sufrir las consecuencias, y eso es lo que ha pasado aquí, porque la nación chilena, especialmente la nación chilena porque antes la corona reconocía que había otro pueblo.
Qué es lo que ha pasado, es que los que han gobernado el país por más de 200 años lo han hecho en base a un conocimiento parcial de la realidad, y lo que ha emergido son otros sujetos, que dicen nosotros también conocemos otros puntos de vista y nos conocemos muchas veces como oprimidos por la nación chilena. Eso es muy claro en el caso de los pueblos originarios.
Piensa tú una cosa. A los niños, en las escuelas de todo Chile y especialmente donde están las escuelas en sectores de La Araucanía, a los niños los castigaban por hablar su lengua. La lengua es aquello en virtud de lo que uno conoce la realidad. Se conoce a si mismo. Eso estaba vedado, eso estaba prohibido, castigado.
Chile está en un proceso muy interesante desde el punto de vista de gobernarse a sí mismo. Por eso la emergencia de los pueblos originarios tienen una enorme importancia, y por eso los sectores tradicionales no entienden lo que está pasando y se defienden. Se defienden y defienden la posición que han adquirido por lo menos por dos siglos.
Es difícil de entender por ejemplo cuando Elisa Loncon al momento de establecerse la Convención dice ‘somos un pueblo, somos varios pueblos’, no se le ha sacado todas las consecuencias que tiene esa afirmación, es notable. Ella habla de refundación. Si uno entiende bien qué se entiende por refundación, estamos en algo muy importante y muy positivo para el país, porque si el país logra entender que este pueblo es más que un pueblo, eso tiene futuro.
Claro que es una situación de gran tensión, de gran desgarro. Si logramos despejar y crear las condiciones para que esta convergencia cultural sea posible, es el mejor de los escenarios. Por eso espero que después del 5 se crean los condiciones para que eso sea posible.
Es necesario también un reconocimiento de que ha habido una injusticia histórica con los pueblos originarios. Me refiero a ellos principalmente porque son, de un punto de vista epistémico, es más representativo, uno podría decir.
También uno podría decir lo mismo o parecido respecto a la emergencia de la mujer en la sociedad. La mujer por qué quiere participar, porque ha sido marginada, porque su episteme, su modo de conocerse y conocer el mundo no ha sido considerado, eso es fundamental.
Además si tu relacionas la epistemes con el pathos, el pathos en griego tiene que ver con la pasión, cómo te son afectadas las cosas, y si tú no consideres cómo al otro le afecta la realidad, y le impones tu manera de entender las cosas, bueno, no hay futuro. Si esa persona está oprimida en algún momento va a estallar, y lo que está pasando aquí ha sido un estallido social en el cuál se han acumulado varias causas de gentes, de sujetos cuya manera de ver las cosas y entender las cosas no ha sido considerada.
-¿Qué otros sujetos han aparecido? ¿Cuáles son los principales temas?
-El otro sujeto que ha aparecido son las regiones. Es un sujeto político, pero detrás de ese sujeto político hay gente que han sido colonos de Santiago, fuera de Santiago, todas las decisiones en Chile dependen de Santiago.
Quienes conocen qué pasa en Chile supuestamente son los santiaguinos y no es así, porque en las regiones también hay gente que sabe lo que pasa y que están dependiendo de la epistemes de Santiago, y Santiago no tiene ese pathos, ese sentimiento, ese saber cómo los otros sufren en el mundo, les pasa por encima.
Relacionado con el tema de género, otras minorías, otros sujetos que estaban tapados en la historia de Chile, en la vida de las personas. Era todo un tabú por ejemplo la realidad de las personas homosexuales y ahí hay una episteme, una manera de estar en el mundo, una mirada y que es valiosa y que hay que considerarla, porque ellos también tienen algo que aportar a nuestra sociedad, y eso está emergiendo.
Que la nueva Constitución, vuelvo a eso porque aquí hay algo que puede despejar mucho, que considere el tema de género a mí me parece de máxima importancia.
Ahora, hay otras cosas más, por ejemplo, yo me asomé por La Moneda cuando estaba en pleno estallido, yo vivo en la Alameda prácticamente. Yo iba con mi teléfono sacándole foto a todo lo que pasaba. Una vez vi delante de La Moneda, delante de las vallas papales, alguien había puesto un cartelito muy sencillo, y lo encontré conmovedor, porque era una mamá que había puesto en el cartelito, que se necesitaba que el Gobierno, el Estado, se hiciera cargo de las personas que tienen una minusvalía, digámosle así, intelectual, un niño. Esa familia tiene un dolor. Surgieron ahí un montón de sujetos que no están considerados, que el país no se hace cargo de ese pathos, de ese episteme.
A mí me parece que uno podría enumerar muchos otros sujetos, en este momento no se me viene a la cabeza, pero hay una pluralidad… Esta es una revolución cultural de una máxima importancia y tremendamente hermosa.
-¿Por qué tiene un máxima importancia a tú entender? ¿Por qué es importante que estén los sujetos sentados a la mesa? 
-Porque la comunión, la paz, dependen de la justicia.
-Pero tuvimos 200 años sin algunos sujetos y el país funcionó.
-Funcionó mal. Piensa tú que esas minorías han sufrido. Esas minorías de personas y pueblos y segmentos han sufrido mucho. Entonces eso ha funcionado a la fuerza. Y que eso reviente, por decirlo así, no es culpa de los sujetos. Es culpa de una opresión… El Padre Hurtado tenía una expresión muy buena, decía ‘esto que todo el mundo llama orden, es un gravísimo desorden’. Eso es lo que ha explotado hoy día. Ha explotado a otro nivel. De esto se puede hablar tanto.
La gente que ha estudiado, por ejemplo en Chile y que toma las decisiones, y nosotros mismos que hemos estudiado en colegios de élite, por decirlo así, es una gente que a futuro ha gobernado los países, este país. Su episteme es pequeña, es un mundo que cree que tiene mundo. No tiene mundo. Es un mundo, perdone la expresión, provinciano. En ese sentido, nos creemos los reyes del mundo y no lo somos. Pero es una clase, un sector que vive apartado en un rincón, como la araña de rincón, que en su momento es peligrosa. Entonces no es broma esto.
Ahora, si me preguntas por la motivación de fondo, tengo a la base el cristianismo. Para mí el cristianismo es mi motivación más grande, y con los progresos que ha hecho la teología en el siglo 20, puedo ver que eso que Jesús llamaba el Reino de Dios era un espacio donde había pluralidad, cabían todos y había unidad, había comunión. Entonces esa es la motivación que tengo yo personalmente de fondo, para opinar como opino.

-Chile en su territorio está habitado por todos nosotros ¿Quiénes somos? ¿Somos un pueblo, somos una nación, somos muchas naciones, muchos pueblos y bueno, etnias? ¿Qué es lo que ha surgido, qué es lo que está quedando y qué es lo que probablemente va a quedar?
-Un gran sector de la población, creo yo, es un mestizo que no quiere ser mestizo. Eso tiene casi 500 años.
-No nos asumimos como mestizos…
Exactamente, no quiere ser mestizo. Entonces había un proceso de blanqueamiento en la historia de Chile tremendo. Muchos de nosotros, me incluyo, somos resultado de mezclas con el europeo, el europeo blanco, ojos claro, siempre es bien visto en Chile. Cuando uno está fuera del país, uno quiere vender la pomada de un país blanco, además frío, usaría el tema del iceberg. No querían que nos identificaran con un país tropical así. Nosotros siempre hemos mirado menos al trópico.
Hay mezcla, hay criollos y hay pueblos originarios que resisten, su cultura. El mapudungun como lengua se está extinguiendo, eso es dramático. Hay que recuperarlo, hay que salvarlo porque ahí hay un pueblo. Un pueblo es su lengua, en gran medida. Una cultura es una lengua.
¿Cuántos somos? Pueblo, nación. Llámalo como quieras. Anda a encontrar el nombre justo, porque hay que encontrarlo, porque bueno, tiene que quedar consagrado y eso depende de muchos derechos y deberes después. Pero somos una mezcla en un mundo globalizado en el cual las interrelaciones son cada día mayor.
Han llegado migrantes. Este es un país de migrantes. Y muchos de nosotros tenemos bastante de inmigrante. Y están llegando venezolanos. A Dios gracias que lleguen los venezolanos. Estoy contento con ellos. Tengo amigos venezolanos, un grandísimo pueblo. Han llegado peruanos en otros años, le han hecho un bien enorme al país. Por de pronto, por la comida.
Somos cada vez más plurales. Hay que encontrar la manera de valorar la pluralidad, de admirarse de ella, de amarla. Se requiere además una mística. La mística es por excelencia la unión con Dios. La mística tendría que traducirse en una unión con Dios en la cual un Dios que es el creador de todo… Nuevamente para mí la base del cristianismo me influye mucho. Si Dios es el creador de todo, bueno, él quiere que todos se realicen y eso es una tarea por lo menos de los cristianos. Los no creyente tendrán otras categorías para entender lo mismo. Por eso, el tema de la espiritualidad, que también está consagrado, es un tema muy importante.
-Hablemos de los temas que ya están sobre la mesa, independiente de lo que pase con la Constitución, están y van a quedar. 
-El tema ecológico socioambiental es, desde el punto de vista de los signos, de los tiempos de la conciencia que el ser humano tiene de los tiempos, es el número uno. Nunca antes la humanidad había estado en la circunstancia de extinguirse. Por de pronto ya han desaparecido varias especies. Entonces, ¿y esto? Estamos ahí, al filo.
En la encíclica hay una expresión que refleja muy bien la circunstancia en la que estamos. Dice ‘hay que escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres’, dice el Papa.
-Esta es la encíclica Laudato…
-Laudato, sí, se llama, una encíclica que se podría decir que es franciscana en su inspiración. Entonces, volviendo al tema del pathos, hay un sentir, la Iglesia, el papa siente el sentir, el padecer de la tierra y de los más pobres de la tierra, porque las primeras víctimas del desastre ecológico son, como siempre, los pobres. Está estudiado, eso se sabe, de dónde se agudizan los monocultivos o vienen los desastres naturales, los que más lo sufren son los más pobres. Ahí tenemos un tema gigantesco. Yo creo que el número uno. Y se conjuga y entrevera con todos los otros temas.
Nuevamente el tema de la espiritualidad juega un rol fundamental. Yo creo, frente al tema ecológico, socioambiental, lo que se requiere antes que una ética de cortar la ducha, dejar de regar el pasto de pasto, lo que se requiere es una mística, es decir, lo que se requiere es un amor por el mundo, por las especies, por lo que está pasando. A lo cual se llega con una estética, ver la belleza de las cosas y en última instancia, da lo mismo por donde uno empiece con una ética, un hacerse responsable de esta casa de todos que a todos nos beneficia y que hay que compartirla. En gran medida estamos en lo que estamos porque no hemos compartido lo que ha sido para todos.
Otros temas. Yo no los domino bien, pero me meto en los temas porque me parecen importante, el tema de género. Nuevamente. Uno podría comenzar por el tema de las mujeres. Las mujeres han sido oprimidas no por 100 años, no por 200, por milenios, uno podría decir. Así son las cosas.
Está totalmente metido en nuestra cultura el sesgo machista. Entonces hoy uno ve la circunstancia, uno dice ‘a las mujeres como que se les pasa la mano con su reclamo’, pero que se les pase un poco la mano… Uno dice es que esta es muy grande. En primer lugar tendría que celebrar lo que está ocurriendo, aplaudirlo. Es gigantesco y yo espero mucho. Yo lo he mirado, por ejemplo, lo he mirado a través de la cristología o la teología feminista. Es mi lugar de observación, porque a eso me dedico. La lectura que las mujeres están haciendo hoy día de la Biblia es impresionante. Y en el momento que una Iglesia patriarcal y androcéntrica le haga un espacio a las mujeres, vamos a tener ocho iglesias.



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