Los abogados defensores del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) Hector Llaitul, Rodrigo Román y John Maulen, buscarán la libertad del denominado weichafe mapuche mediante la presentación de un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Temuco, argumentando que “lo que se está persiguiendo son ideas”.
En un punto de prensa efectuado en las afueras de Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de la Región del Biobío, Román señaló que junto a Llaitul están convencidos de que “hay una operación política y que lo que se está persiguiendo son ideas, son dichos”. Y acusan “se pretende criminalizar lo que no es criminalizable, que son los delitos de expresión”.
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El abogado defensor de Llaitul planteó que a primera hora del lunes 29 de agosto “vamos a interponer una acción constitucional de amparo para que sea la excelentísima Corte Suprema la que en las próximas semanas se refiera el fondo del tema”. Román agregó que “se está comprometiendo la responsabilidad del Estado de Chile ante la comunidad internacional, porque la criminalización, la persecución política, ideológica, de ideas, de expresiones, por supuesto que contraviene no solamente nuestro ordenamiento jurídico, sino que contraviene también lo que han señalado diversos instrumentos internacionales”.
El jurista explicó que el recurso de amparo tiene como propósito dos objetivos. “En primer lugar, revocar precisamente la prisión preventiva y optar a su rápida libertad, quitando de su formalización la Ley de Seguridad del Estado”. Por otra parte, si la Corte de Apelaciones de Temuco no considera la medida, “procurar su más rápido traslado al CDP de Temuco, al módulo de comuneros”. Dicha unidad “está ideada específicamente para comuneros, no estamos postulando a una situación de privilegios”, enfatizó Román.
La defensa de Llaitul catalogó el caso contra el líder de la CAM como “Operación Huracán 2” por la existencia de lo que a su juicio son “pruebas dudosas”, como el relato de un ex policía y el de un testigo protegido que indicó que reconoció a Llaitul de noche encapuchado y vestido de negro.
“Las fuentes de la imputación son las arengas que habría realizado el peñi Héctor Llaitul tanto discursos como en entrevistas, aquello significaría sancionar un delito ideológico, que el derecho penal moderno no admite aquí ni en ninguna parte. Nadie puede ser castigado por lo que dice, sino por las conductas”, sentenció.
