Miembros del grupo delincuencial La Familia Michoacana asentados en la región de Tierra Caliente de Guerrero, entre ellos sus presuntos líderes Jhonny Hurtado Olascoaga, ‘el Pez’, y José Alfredo Hurtado Olascoaga, ‘el Fresa’, conviven con políticos y negocian compra de armamento con personal militar, a la par de que organizan partidos de futbol, van a exposiciones o celebran cumpleaños.
Así lo relatan documentos de inteligencia enviados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que recientemente fueron obtenidos por el grupo hacktivista Guacamaya.
Este grupo delincuencial, afirman los reportes, controla el tráfico y la venta de droga, extorsiones, asesinatos, actos intimidatorios y robo de vehículos en municipios de Guerrero y del Estado de México.
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Los correos, algunos firmados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), muestran la cotidianidad de los miembros del grupo delincuencial, que va más allá de enfrentamientos y distribución de drogas.
En uno de los informes, enviado en diciembre de 2018, se advierte al Ejército que los hermanos Hurtado Olascoaga asistirían, como parte de un festejo familiar, a un campo de futbol en Arcelia, Guerrero —el cual visitan esporádicamente, según el texto— y que esa podría ser una oportunidad para detenerlos.
Según otro reporte posterior, los hermanos acudieron a una serie de eventos públicos, entre ellos un concierto, también en Arcelia. “El Fresa permanece ahí hasta horas cercanas al amanecer y un par de veces tuvo que ser cargado por su estado alcohólico”, detalla el reporte.
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En este caso, advierte el autor del reporte, el evento no cuenta con muros, por lo que es “más sencillo escapar”, además de que los hermanos se mantuvieron rodeados de un círculo de seguridad con entre 10-15 personas y un equipo de informantes.
Pero estos festejos contrastan con otro de los reportes, enviado apenas un mes después, y que da cuenta de aparentes negociaciones con políticos.
En este, se afirma que el extesorero de Amatepec, Estado de México, Rosemberg Velázquez Chávez, planeaba una reunión entre Johnny Hurtado Olascoaga y los entonces alcaldes de Amatepec y de Tlatlaya, José Félix Gallegos Hernández y Leopoldo Domínguez López , ambos del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
De acuerdo con una llamada telefónica obtenida por el grupo de inteligencia, VelÁzquez Chávez, quien es identificado como “amigo cercano” de los hermanos Hurtado Olascoaga, comentó: “Necesito que les expliques —a El Pez— como se realizará la compra de los camiones de basura, nos vamos a ver mañana en Cerro del Campo a las ocho (sic)”.
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“Existe una alta probabilidad de que El Pez asista a la reunión debido al interés de Este por el manejo de los recursos públicos de ambos municipios, por el financiamiento que recibe para la operación de sus células delictivas”, menciona el documento.
Después de este potencial encuentro, los servicios de inteligencia reportaron que El Fresa estaría en otro festejo familiar en 2019, al que también irían personas provenientes de San Miguel Totolapan, Guerrero.
En este correo se sugirió nuevamente “compartir la información con Sedena, para que en caso de confirmarse, valoren la posibilidad de implementar acciones operativas para la detención del blanco”.
San Miguel Totolapan es el municipio donde una serie de ataques el miércoles 5 de octubre de 2022 dejó al menos 20 muertos, entre ellos el actual alcalde, Conrado Mendoza Almeda, y funcionarios del ayuntamiento.
Posteriormente, el CNI identificó cuatro inmuebles presuntamente de propiedad del ‘Pez’: dos en el Estado de México y dos en Guerrero, e informó que Este había estado en Tlalchapa, Guerrero.
Durante un reconocimiento, identificaron vehículos de carga, camionetas y un caballo en el ruedo, vinculados con Hurtado Olascoaga.
Días después, dice el reporte, un empleado de la minera canadiense Telson Mining Corporation sostuvo una reunión con los hermanos Hurtado Olascoaga para establecer el pago por “derecho de piso’‘.
Dos meses después, informaron a la Sedena que ‘el Pez’ se había resguardado en Amatepec por un problema de salud, en un lugar aislado de la población, de difícil acceso terrestre debido a la vigilancia que protegen al líder de La Familia.
Pero este grupo también se relaciona con militares, según las investigaciones del grupo de inteligencia. En un par de reportes de junio de 2019 se da cuenta de que dos presuntos militares ofrecieron equipo táctico, armas y granadas, así como información sobre operativos de las Fuerzas Armadas a la célula de La Familia en Tejupilco, Estado de México.
Uno de los militares alertó al grupo delincuencial sobre recorridos de elementos de las Bases de Operaciones en los municipios de Sultepec, Tejupilco, Luvianos y Amatepec.
Además, el segundo de ellos ofreció 70 granadas de fragmentación a un costo de 26 mil pesos cada una. La célula de La Familia adquirió ocho de ellas, las cuales fueron entregadas en Atlacomulco.
Quien supuestamente brindaba información al grupo delincuencial fue ubicado cerca del octavo Regimiento Mecanizado de la Sedena en el Estado de México, mientras que el otro se encontraba cerca del Campo Militar número 1 en la Ciudad de México.
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