La otra brecha de género



Desde que comenzó la pandemia nos hemos encontrado con múltiples titulares desalentadores como: “Se agrava la desigualdad de género en el mercado laboral”, “Aumentan denuncias por violencia intrafamiliar”, “Mujeres han debido aumentar las horas que dedican a labores de cuidado”.
Y eso no es todo. Más consecuencias se descubren día a día. 
La adopción digital es una de ellas. La pandemia aceleró la transformación digital, pero también profundizó las desigualdades de género en esta área. 
En varios países de Latinoamérica se registró que, a medida que se masifica el uso de estas tecnologías, la brecha aumenta. Mientras más smartphones, tables y computadores hay dando vueltas, más hombres hay y menos mujeres utilizándolos.
Y antes de la pandemia, los números tampoco eran razón de orgullo. Según datos publicados por la Unión Internacional de Comunicaciones, en 2019 la probabilidad de que los hombres se conectaran a Internet era 21% mayor que las mujeres y en los países menos desarrollados esta diferencia era aún mayor: de un 52%. 
Otro estudio realizado en la región reveló que 35% de las mujeres no sabe usar un smartphone (versus un 24% de hombres) y un 40% de las mujeres no sabe usar Internet (versus un 33% de los hombres).
¿Por qué ocurre esto? Se han detectado múltiples razones derivadas de otras brechas de género existentes, como que las mujeres tengan menores ingresos, los sesgos que las estigmatizan como menos hábiles con las tecnologías y el tiempo que las mujeres dedican a las tareas domésticas y de cuidado.
Personalmente no me siento identificada con este fenómeno. He aprovechado, estrujado y explotado Internet y las redes sociales para dar a conocer mi voz y para promover que otras mujeres se atrevan a usar la tecnología para que las escuchen. Pero no me quedo tranquila con eso, no puedo evitar preocuparme por esas mujeres que se están quedando fuera de esta revolución digital. Son mujeres que no se conectan para pedir hora al médico, para comprar, para hacer trámites, para ver las notas escolares de los hijos, ni siquiera lo hacen para postular a beneficios del Estado.
Recientemente un grupo de mujeres fuimos destacadas con el premio “She’s Nex” por potenciar iniciativas innovadoras con foco en adopción digital. Y debemos seguir reconociendo y apoyando estas causas, debemos trabajar para que cada día haya menos analfabetas digitales. 
Necesitamos más referentes femeninos que demuestren que las mujeres no somos ajenas a la tecnología.
 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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