El próximo 7 de mayo de este año, se realizará la elección de 50 ciudadanos y ciudadanas que discutirán y aprobarán una propuesta de texto de nueva Constitución, en base a lo recogido por un comité de expertos. En marzo comenzó a funcionar una comisión de 24 expertos, elegidos en partes iguales por el Senado y la Cámara de Diputados, para redactar el anteproyecto, respetando las 12 bases constitucionales o “bordes” que fijaron los partidos. Tres meses después habrá una nueva elección para que la ciudadanía vote a favor o en contra del texto de nueva Constitución.
Para llegar a todas estas resoluciones, se tuvo que peregrinar por caminos llenos de discusiones y enfrentamientos, hasta con selfie de “Pancho Malo” en una mesa de acuerdo del Congreso. Después que un 62% de la población votó en contra del plebiscito de salida el 4 de septiembre pasado, luego de meses se llegó al “Acuerdo por Chile”, donde en cinco páginas las fuerzas políticas fijaron la ruta y las reglas para este nuevo proceso. Al fin se veía humo blanco cuando los diputados y senadores, protagonizaron un acuerdo muy difícil de entender y asimilar por el ciudadano de pie.
El 8 de marzo el SERVEL dio el vamos al periodo de propaganda política de los consejeros constituyentes, la gran batalla se dará en la franja televisiva. Del total de horas distribuidas para los canales de televisión, las con menos tiempo son para las tres candidaturas independientes y las dos candidaturas indígenas. Porque algo que se ha criticado fuertemente es que los partidos políticos conformaron las cinco listas, donde se distribuyen los candidatos – ¡Que lejos y ajena quedó la consigna de “Chile Avanza sin partidos”! – Además, se medirán fuerzas que antes iban unidas: El Partido Republicano irá en lista independiente de la oposición y en el bloque oficialista no va el PPD ni el Partido Radical ni la DC.
Ahora, estos consejeros constituyentes, representantes de los partidos políticos deberán disponer de certera artillería de argumentos y divulgación, porque la confianza de la ciudadanía en el Congreso ha sido lapidada por diversas encuestas, el fantasma de los independientes rondará y los bordes constitucionales tendrán que buscar legitimidad, esgrimir su vocación democrática y de nuevas condiciones de igualdad que reclaman los chilenos y chilenas.
Instituciones democráticas básicas para la república, como el poder legislativo, han sido puestas en cuestión una y otra vez con declaraciones desafortunadas de lado y lado, por reportajes periodísticos que los muestran llegando atrasados a su trabajo y otras salidas de libreto que aumentan su desprestigio ciudadano. Es de esperar que estos próximos comicios sean percibidos como la gran oportunidad para el reencuentro entre los chilenos y la paz social.
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