CIUDAD DE MÉXICO.-Durante un año, la Policía Federal siguió diversas pistas para llegar a Roberto Mollado Esparza “El Betito”, pero la clave para ubicarlo fueron los registros de sus vehículos y el seguimiento encubierto a dos personas que fueron fotografiadas en una plaza comercial.Leer más: Asesinan a tiros a una mujer en un tianguis en GAM
“El Betito” fue vinculado a proceso. Foto: archivo/ EL DEBATE
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Con base en información ventilada ayer durante una audiencia pública en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Oriente, en la que fue vinculado a proceso, la policía empezó a pisarle los pasos al presunto líder de La Unión Tepito desde el 25 de agosto de 2017.
Es en esa fecha, cuando una mujer presentó una denuncia anónima ante la Procuraduría General de la República en contra de Pedro Ramírez Pérez, Roberto Mollado Esparza “El Betito” o Roberto Espinoza, Jocelyn Espinoza e Irma Pérez Martínez.
Foto: Agencia Reforma
El señalamiento es que todos ellos se dedicaban a la venta de droga en la vía pública.
María Guadalupe Hernández Zúñiga, Fiscal de la PGR, ordenó iniciar una investigación y lo primero que hizo fue pedirle a la Policía Federal que rastreara los nombres.
Lo primero que consiguieron los agentes fueron las licencias de conducir, los domicilios y registros vehiculares de los denunciados.
Ingresaron a la base de datos de Plataforma México y encontraron información de todos los señalados, excepto de Roberto Espinoza y Roberto Mollado Esparza.
Un año de investigación. Foto: archivo
En total, la corporación federal elaboró tres informes policiales y el último de ellos, fechado el pasado 5 de julio, detalla un seguimiento encubierto a dos personas no mencionadas inicialmente: Sergio Arturo Ramírez Muñoz y María Elena Guerra Hudec.
En este informe, con número 465, los policías detallan que montaron una vigilancia a un domicilio y a partir de allí le dieron seguimiento a Ramírez y Guerra en una plaza comercial y les tomaron fotografías en una reunión.
En algún momento de la audiencia de ayer, se refirió que en las imágenes incluidas en este informe “se observan a los imputados”; es decir, a “El Betito” y su hermano José Maldonado López, aunque no existe de momento un dictamen de reconocimiento que lo corrobore.
Después de 33 días de este informe, “El Betito” y su hermano fueron detenidos al salir de una unidad habitacional en la Colonia Rincón del Pedregal o Fuentes del Pedregal, alrededor de las 17:28 horas. El seguimiento a un vehículo había resultado determinante.
El supuesto líder delictivo se acababa de acomodar en la cintura una pistola calibre .38 Súper, cuando le cerraron el paso los federales. El arma tenía grabada la figura de un alacrán en las cachas y contaba con un cargador con 9 cartuchos útiles.
Foto: archivo/EL DEBATE
También llevaba una cartera, 4 mil 700 pesos en efectivo, una hoja de papel blanca con información, 3 celulares y 70 envoltorios de metanfetaminas, misma cantidad de droga que presumiblemente cargaba su hermano.
Ante la autoridad judicial, ayer se identificó como José Alberto Maldonado López y dijo ser comerciante. Los exámenes médicos practicados arrojaron como resultado que no es adicto a ninguna droga ilícita.
Sin ser tan incisiva, su defensa legal planteó que el detenido no era “El Betito” y desde un primer momento rechazó que le tomaran una muestra de voz para practicarle un análisis forense.
Sandra Patricia Hernández, Fiscal de la PGR que ayer estuvo a cargo de la audiencia, tampoco ahondó en el tema de la identidad del detenido porque dijo que su único interés era conseguir la vinculación a proceso por la droga y el arma que portaba.
“El Betito” líder de banda criminal. Foto: Agencia Reforma
Pero, en algún momento, deslizó una anécdota para exhibirlo.
“Ante diversas autoridades de la Fiscalía, el detenido refirió tener ese nombre de manera indistinta. En la Procuraduría llegó un actuario judicial para notificar un amparo que presentó el abogado Jorge Cuadra -presente en la audiencia- a nombre de Roberto Mollado Esparza y el actuario preguntó al detenido si ese era su nombre.
Él contestó ‘yo me llamo José Alberto Maldonado López, nada más que uso los dos nombres, recordó la Fiscal.
Hubo otro desliz durante la audiencia, aunque no de “El Betito”. Su abogado José Luna Chávez en algún momento manifestó a la juez Beatriz Moguel que los medios de comunicación ya habían anticipado que la Procuraduría capitalina había pedido el traslado de su cliente al Penal del Altiplano.
Es por ello que le pidió su permanencia en el Reclusorio Oriente, en virtud que no representaba un peligro para la paz pública ni seguridad nacional.
La juzgadora le reviró: “Aquí nadie ha solicitado nada, además, usted ha estado diciendo desde la audiencia pasada que su cliente no es quien dicen que es”.
En la audiencia de ayer, “El Betito” apareció rapado, con una chamarra caqui. En más de una ocasión se llevó las dos manos a la cabeza. Sólo al final tomó la palabra y fue para algo muy simple.
-Solamente para pedir mis pertenencias personales, dijo.
-Sí, se le pueden devolver, le respondió la Fiscal de la PGR.
-Autorizo a mis abogados para que recojan mis pertenencias, finalizó.En esta nota:
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