Cuidemos el mundo tomando cerveza: “La Covacha Bar” una esquina reciclada

Nada se pierde, todo se transforma. Ese es el lema del muralista urbano Alfredo “Pelado” Segatori que con su trabajo crea conciencia en la sociedad sobre la basura que generan los seres humanos y su impacto en el medio ambiente. Hizo una pieza de arte con plásticos y nylon, retazos de alfombras, pavas, teclados de PC, chapas, ollas, autopartes, faros, una tanga (desinfectada), una cortadora de pasto y hasta una pequeña calesita de niños. Todos elementos que tardarían años en degradarse pero que en solo 15 días se convirtieron en algo nuevo y estético: en “La Covacha Bar”.
Con bolsones cartoneros provistos por la cooperativa El Ceibo, el artista sacó de la galera a los dos personajes más fotografiados de Palermo: el Tecno Rasta y el Chino Milenario. Las paredes y el interior del bar -ubicado en la intersección de las calles Humbold y Cabrera- se convirtió en un mural trash-art realizado con chatarra y descartes urbanos, “con basura”, como lo definió el propio creador en diálogo con Filo.News.

El ingreso al bar es a través  de las rastas del personaje Tecno

“Usamos la Pelopincho que estaba en mi casa, que los pastos la habían atravesado, y ya no daba para repararla así que la incluimos en el mural”, aseguró Alfredo a Filo.News. “Una bañera fue la frutillita del postre, estaba tirada en la calle, la martillamos un poco, la pintamos de cobre y la colgamos en la barra como lámpara”, detalló además.

La Covacha Bar, intervenido con materiales 100% reciclables

“Había un agujerito y justo lo tapó la tanga”, aseguró el muralista.

Más sobre Alfredo Segatori
Fue uno de los primeros en salir a pintar las paredes de la Ciudad de Buenos Aires, llevando el Arte al Espacio Público, en usarla como lienzo. “El regreso de Quinquela”, homenaje al pintor Benito Quinquela Martín a la vera del Riachuelo, fue el mural que marcó un antes y un después en su carrera -en el año 2015- por su gran repercusión mediática en el mundo entero. Experiencia traumática: “Una vez me caí del segundo piso, en Bahía (Brasil), pero cuando era joven. Todavía estaba en buen estado físico y no me pasó nada, no me quebré ningún hueso, pero me golpeé mucho”, confesó el artista. ¿Opinión sobre vértigo?: “No se puede sentir vértigo. No se puede trabajar de esto y entrar en pánico. Uno se sube al elevador y dale que va. Una vez estuve pintando murales a 20 metros de altura… y te aseguro que no hay momento para pensar en el miedo”, reflexionó.Necesario para intervenir la pared en casa: “Asistentes, en ‘La Covacha’ conté con dos personas que me ayudaron; aerosoles y pinturas; ganas de jugar, para crear y proyectar; amoladora y atornilladora, tarugo y tornillo, tijera”, reveló.

La Covacha Bar desde adentro

Para visitar el bar
La carta es acotada pero incluye buenas opciones: hamburguesa caseras (cordero, carne vacuna y vegana); pizzas con masa cervecera (mezcla de harina y cebada); empanadas gourmet (carne al Malbec, brócoli, cordero); tapeos varios; papas (Covacheras: con cheddar, panceta y verdeo; Fritas chinos (acompañadas con salsa siracha); sándwich; tabla de quesos y fiambres.Horarios: Lunes a miércoles de 18 a 2 AM; jueves de 18 a 3 AM; viernes de 18 a 4 AM; sábado de 19 a 4 AM; domingo de 19 a 2 AM.

La Covacha Bar desde adentro
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