El Sol | EL DEBATE

El 1 de diciembre de 1844, el teniente coronel Juan Ignacio Brambila, que había seguido gobernando desde Mazatlán a pesar de que desde Culiacán gobernaba Agustín Martínez de Castro, entrega el mando político y militar al general Francisco Duque, que había sido enviado por el general Paredes Arrillaga, que se había pronunciado en Guadalajara en contra del presidente Antonio López de Santa Anna. Al parecer, Martínez de Castro, que había llegado al poder en los primeros días de noviembre, siguió gobernando desde Culiacán. Exactamente diez años más tarde, en 1854, Eligio Abitia nace en Badiraguato.Fueron sus padres el general Plácido Vega, gobernador de Sinaloa, y la señora María de la Luz Abitia. Desde joven se dedicó a la agricultura y a la cría de ganado. Fue tesorero municipal, recaudador de rentas y prefecto del distrito de Badiraguato en dos ocasiones. “El señor Abitia —escribe don Héctor R. Olea— autodidacta logró cimentar una basta cultura, fue un apasionado lector de los clásicos y ocupó por largos años la Prefectura del Distrito, en virtud de que era un hombre bienhechor, generoso y progresista”. Y en 1956, aparece en Culiacán el periódico El Sol de Sinaloa, que me abrió las puertas en 1980 para diversos reportajes y columnas, entre ellas Hoy en la Historia, órgano periodístico en el que nació.

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