Renunciar a los fueros, ¿honestidad o demagogia?

Luego de la denuncia de una empleado del Congreso Nacional contra el senador por La Pampa, Juan Carlos Marino, este último tomó como parte de su defensa, la decisión de renunciar a los fueros legislativos. Marino negó la denuncia de Claudia Guebel, quien declaró que el político le tocó los pechos, sin mediar palabra, en marzo pasado, mientras estaban solos en el despacho. Federico Pinedo fue quien comunicó que el senador renunciaría a sus fueros: “El senador Marino dice que eso no es verdad, que se va a poner a disposición de la Justicia y que va declinar sus fueros”, sostuvo. 
Pero, ¿de qué sirve que Marino renuncie a sus fueros? La inmunidad funciona únicamente para impedir la detención del legislador. Es decir que el pampeño podría presentarse a declarar, ser investigado, incluso hasta ser condenado, con los fueros. La decisión se enmarca en una idea de separarse de Cristina Kirchner, sobre quien pesaba hasta hace pocos días un pedido de desafuero que rechazado por el Senado. “Los fueros son del cuerpo legislativo, no de una persona, por lo que además la supuesta renuncia a los fueros debería ser aprobado por sus colegas”, dijo a Filo.News el abogado Roberto Boico. 
En 2017 quien intentó una movida similar fue el Frente Renovador, con Sergio Massa, cuando renunciaron a la inmunidad legislativa e invitaron al resto de los diputados a hacer lo mismo. “Es tiempo de mostrar la decisión de no usar privilegios. No tener diferencias entre el trabajo que realizamos y el que realiza cada ciudadano”, dijo Massa en su momento. No obstante, Boico consideró innecesaria aquella renuncia a los fueros ya que “en ese momento nadie de ese partido tenía problemas con la Justicia, por lo que desprenderse no tenía ningún sentido”.  En esta nota:

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