Roma le cambió la vida a Zeltzin, ahora tiene IMSS

Zeltzin, que en maya significa “la primera hija”, se identifica con Cleo, la protagonista de “Roma”, dirigida por Alfonso Cuarón y nominada a 10 premios Óscar.”Ella dedicó su vida a esos niños. Me conmueve porque yo lo vivo al trabajar con esta familia”. La joven de 27 cuida a dos pequeñas, su empleadora la incorporó al Seguro Social y eso, afirma, le cambió la vida.”Cuando la señora me metió al Seguro Social pude tener guardería para mi hija. ¡Me benefició muchísimo!”.
Esa ventaja en la vida de una trabajadora del hogar ya no será por buena voluntad, luego de que la Suprema Corte ordenara que deberán contar con Seguro Social obligatorio.El programa piloto ordenado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está en ciernes, pero en su implementación será indispensable contar con el acompañamiento de las organizaciones de la sociedad civil, especialmente del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar, encabezado por Marcelina Bautista.Ley de trabajadoras domésticas
Más allá del fallo de la Corte, Marta Cebollada Gay, investigadora del ITAM, habla de los cambios que deben darse en la Ley Federal del Trabajo (LFT).”Eliminar el capítulo (que establece que pueden trabajar hasta 12 horas) y que las trabajadoras del hogar estén dentro del régimen de los asalariados generales con ocho horas de trabajo”. Debe legislarse el pago en especie que estipula hasta el 50% “pero estándares internacionales indican que es un porcentaje muy alto”, y un salario mínimo.La ley del IMSS y también la LFT, agrega, tienen que considerar la heterogeneidad de las trabajadoras, tanto las de planta como las de entrada por salida con múltiples patrones; un sistema fácil de registro sobre estas relaciones laborales y una fiscalización para que las trabajadoras puedan denunciar abusos.
“Sus derechos deben ser ni uno más ni uno menos que los que tienen otros trabajadores”, indica Marcela Azuela, fundadora de Hogar Justo Hogar, “la herramienta clave es un contrato”.

Éste debe contener: la actividad que va a realizar la trabajadora, jornada de ocho horas, cuánto se le va pagar y cuándo, el nombre y el domicilio de la trabajadora y el nombre y el domicilio de la empleadora, una habitación limpia y digna, comida sana y digna, aguinaldo, salario justo, derecho a liquidación y si trabajan 25 años derecho a jubilación.”Y, por su puesto, un trato digno que también vendría en el contrato”.
“Me da mucha alegría que se empiece a dar importancia a este trabajo. Siento que es otra oportunidad de vida a las personas que trabajan en el hogar”, concluye Zeltzin García, quien gracias a la formalización de su trabajo como cuidadora de niños logró cumplir su sueño: estudiar la carrera de Pedagogía en la UNAM.

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