Oviedo no se mueve del Batallón de Policía Militar: niegan la libertad al procesado general (r)

La defensa del excomandante en jefe del Ejército, el general (r) Humberto Oviedo, pidió su libertad ante el tribunal militar, argumentando que el uso de gastos reservados se ajustó a la ley, refutando así los motivos del procesamiento dictado por la ministra de la Corte Marcial, Romy Rutherford.
Sin embargo, su petición no fue acogida por el juez Juan Manuel Muñoz, quien reemplaza a la ministra Romy Rutherford, lo que obliga al exjefe castrense a rearmar su estrategia. De hecho, apelará este jueves ante la Corte Marcial. El exjefe de la institución uniformada se encuentra procesado por la ministra Rutherford por el delito reiterado de malversación de caudales públicos por un monto total de $4.596.129.200 por el uso de gastos reservados durante los cuatro años que duró su comandancia en Jefe. Está detenido en el Batallón de Policía Militar, en Peñalolén, mismo lugar donde permanece otro excomandante del Ejército implicado en hechos de corrupción, Juan Miguel Fuente-Alba.
Según revela una nota de El Mostrador, desde la defensa del general (r), aunque asumen que el general en retiro pudo haber cometido infracciones administrativas, siempre han considerado que la cifra a la que llegó Rutherford es “mañosa”.
Este es el principal argumento para defender la libertad de su representado. De hecho, según informa La Tercera, la defensa de Oviedo fue enfática en que el uso de gastos reservados por parte del exjefe castrense “no implicó sustracción de ningún recurso público que terminara en el patrimonio de Humberto Oviedo, de su familia o terceros”, adjuntando un análisis patrimonial encargado a un privado.
El argumento calza con lo publicado hace unas semanas por El Mostrador donde –a diferencia del caso de Fuente-Alba- se señala que el patrimonio de Oviedo llega a los $400 millones. Entre los bienes de Oviedo, según su declaración de patrimonio, se cuentan cuatro departamentos en Santiago con sus respectivas bodegas y estacionamientos y uno en Temuco, donde residía hasta antes de ser requerido por la justicia.
En su investigación, Rutherford estableció que los dineros de los gastos reservados fueron utilizados por Oviedo para comprar regalos, chocolates, lápices Mont Blanc y para el mantenimiento de la casa del excomandante en jefe, incluyendo el pago a un repostero.  Además, pagaba $ 2, 3 millones al secretario general y cerca de $ 1,2 millones a otros asesores. A los ex comandantes en jefe del Ejército también les aseguró una “mesada” de $ 1 millón mensual, (incluyendo a Juan Miguel Fuente-Alba).
Sin embargo, en su solicitud pidiendo la libertad de su representado, la defensa de Oviedo señala que “el concepto seguridad va mucho más allá, dado que la persona que ejerce esas funciones necesita resguardar no solo de su integridad fiscal, la de su familia, y subalternos más cercanos, sino que actuar en múltiples actividades oficiales, tanto en lugares públicos como privados y en la propia casa habitación que el Estado le ha asignado”.
Cabe recordar que Oviedo se jugó la carta del Tribunal Constitucional para frenar la investigación de la ministra Rutherford. El TC señaló que la causa estaba paralizada en todas sus aristas, pero mantuvo el encausamiento del general (R).

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