¿Cómo evitar la contaminación ambiental del champú?

El champú contamina. Sí, el producto que tan cotidianamente se usa para lavar el cabello daña la capa de ozono y corrompe el agua. El problema es que tradicionalmente está compuesto por derivados del petróleo. Un estudio publicado en Science reveló que el producto de limpieza, en conjunto con pesticidas, tintas de impresión, entre otros, aporta tanto a la contaminación del aire como las emisiones de los automóviles.
Los componentes del champú, además, pueden interactuar con los desinfectantes de las plantas de tratamiento y, como resultado, generar una sustancia -llamada nitrosamina- con efectos cancerígenos. La sustancia podría infiltrarse en el agua potable, según señala una investigación de la Universidad de Yale.
Peor aun está su contenedor: el plástico. Por su extenso proceso de degradación (cerca de 500 años para una botella plástica), el material supone uno de los más contaminantes en el planeta. Se estima que cada año los océanos receptan unos ocho millones de toneladas de plástico.
Champú sustentable

El producto tiene alternativas sustentables, como el champú sólido. “Está elaborando con un tensoactivo derivado del coco y saponina de quínoa principalmente. Estos ayudan a generar espuma y limpiar el cabello desde la raíz a las puntas”, indicó la elaboradora del champú, María José Pezoa.
A diferencia del convencional, esta alternativa no se contiene en un envase plástico. Para mantenerlo, se debe secar y guardarse inmediatamente. Esto, para evitar que se deshaga en el agua e impedir la aparición de hongos.
Se puede aplicar de dos formas: humedeciendo la pastilla de champú y frotar en las manos. Luego cubrir la espuma resultante sobre el pelo. La otra forma es aplicar directamente la barra
“El shampoo en barra es una excelente opción para dejar de usar envases y ayudar al planeta, es más natural que los champú que venden en el mercado, elaborado artesanalmente con extractos naturales y aceites esenciales”, concluyó Pezoa.

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