Narda destruyó 8.4 millones de huevos de tortuga en Oaxaca

Debido al paso de la tormenta tropical Narda, en Oaxaca se perdieron alrededor de 8.4 millones de huevos de tortuga, es decir, el 10% que se encontraban en las playas,  informó la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).
En el Santuario Playa Escobilla, la zona afectada fue de 7.5 kilómetros de playa, donde el impacto se calculó en aproximadamente el 10% de las nidadas que se encontraban en incubación de la Tercera arribada de la temporada 2019-2020.
Esa cifra significa que se perdieron aproximadamente 44 mil nidadas, equivalente a cuatro millones 400 mil huevos en las 440 mil anidaciones registradas, señaló.
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La Conanp detalló que sobre la playa se aprecian huevos de otras arribadas que no eclosionaron y cascarones, así como huevos de la temporada pasada que también fueron erosionados por los efectos de la marea que ya se encontraban fuera de su periodo de viabilidad.
En recorridos de supervisión que realizó personal de la Conanp se detectó en la playa, troncos, ramas, pastos y desechos inorgánicos que fueron arrastrados por el Río Cozoaltepec principalmente, el cual es el límite natural en el oeste del Santuario y cuya desembocadura se encuentra a dos kilómetros de las instalaciones del campamento tortuguero.
Destacó que para la playa Morro Ayuta, la zona afectada fue de 4.2 kilómetros de playa, donde se afectaron el 9.11% de los 43 millones 870 mil 100 huevos depositados, es decir, se perdieron 39 millones 984 mil nidadas, equivalente a tres millones 998 mil 400 huevos.
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La Comisión Nacional de Áreas Protegidas apuntó que estos efectos en el Santuario ya se han presentado en otras ocasiones durante la temporada de lluvias y huracanes, pues son las amenazas naturales a las que está sujeta la especie y su hábitat de anidación.
Ahora, se realiza la remoción de los desechos orgánicos e inorgánicos en coordinación con los grupos organizados de los programas de subsidio.
Según el reporte, la tormenta tropical llevó a las playas fuertes vientos y lluvias torrenciales y posteriormente se presentaron los efectos de la marea de fondo, lo cual incrementó la intensidad del oleaje y provocó la erosión de ambas playas, causando daños en la zona donde se encontraban las nidadas.
De acuerdo con una investigación de la organización AGU100, si bien los huracanes y tormentas tropicales son fenómenos que ocurren naturalmente, en los últimos años su fuerza ha incrementado significativamente debido a una de las consecuencias de la crisis climática: el calentamiento de los océanos.
El estudio explica que esto influye de manera directa en las depresiones o huracanes ya que estos fenómenos necesitan precisamente necesitan este calor para obtener su fuerza.
El incremento del calor en el océano y las altas temperaturas en la superficie del mar “vigorizan los ciclones tropicales para hacerlos más intensos, más grandes y más duraderos, y aumenta en gran medida sus lluvias de inundación”.
Una vez que las tormentas y huracanes se registran la temperatura de los océanos vuelve disminuir, pero con el tiempo el calor se acumula de nueva cuenta como resultado del calentamiento global.
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