El COVID-19 y la economía – La Opinión de Miguel Ángel Ayala Barajas

En diciembre del 2019, comenzó la difusión de un conjunto de notas nacionales, pero en mayor medida internacionales, referentes a un virus con brote en China (particularmente en la Ciudad de Wuhan), denominado COVID-19. De pronto la información que se difundió en torno a sus efectos en el cuerpo humano y los medios de contagio, en lo personal, me hicieron recodar los pasajes vividos en México con la Influenza AH1N1 en el año 2009.
 De diciembre de 2019 a la redacción del presente, han pasado varios días, aproximadamente 2 meses, y los casos de COVID-2019 alrededor del mundo fueron creciendo, las noticias de casos en diversos países de Asia, Europa y Norte América, eran constantes; llaman particularmente la atención, el brote justo en China (aunque recientemente se ha estabilizado) y casos como Italia, España y obviamente México, en donde hace apenas unos días, se hizo pública la confirmación de algunos casos, Ciudadanos mexicanos que estuvieron en países con casos confirmados de COVID-19 y que al regresar a México, presentaron los síntomas del virus.
 ¿Cómo afecta a la economía el COVID-19?
Durante esos casi dos meses, el impacto económico del COVID-19 parecía no percibirse, de hecho, las notas de prensa y análisis realizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) señalaban, como impacto, apenas una disminución minina en la generación de riqueza internacional (PIB mundial).
Sin embargo, los últimos 9 días del mes de febrero del 2020 manifestaron que los efectos del COVID-19 no son por nada despreciables, las principales bolsas alrededor del mundo empezaron a mostrar perdidas, el Dow Jones (USA), Euro Stoxx 50 (Euro), Nikkei (Japón), el IPC (México) entre otros alrededor del mundo, con retrocesos de hasta el doble digito; el dólar se apreció, lo que represento que monedas como el peso Mexicano perdieran valor o hubiese que pagar más pesos por dólar,  sin dejar de lado la caída en el precio del petróleo. Es decir, la permanencia y expansión del COVID-19 alrededor del mundo ha generado incertidumbre entre los inversionistas internacionales, lo que ha propiciado perdidas millonarias en ciertos sectores económicos y el incremento de precios en divisas y materias primas como el petróleo.
 Tal turbulencia financiera ha derivado en los ajustes a la baja en el crecimiento económico mundial, destaca el ajuste a la baja, a solo el 3% del PIB en China; de hecho, en México la expectativa de crecimiento del PIB se ajustó a solamente el 0.5%. Tales ajustes a la baja, se combinan con la previsión de que los Gobiernos, en mayor o menor proporción, establezcan medidas restrictivas al comercio mundial, al turismo, a la cadena de suministros y a la producción misma.
 La aplicación de medidas restrictivas en el ámbito dictadas por los gobiernos, en la búsqueda de la protección de la salud pública, además de debilitar las labores cotidianas de producción, distribución y consumo de productos y servicios; es decir, de impactar de manera inmediata a los consumidores y empresarios, también disminuyen los ingresos públicos, que, por la vía de impuestos perciben los Gobiernos; es decir, también las finanzas de los Gobiernos se ven afectados por el COVID-19.
Es de mencionar que, si bien se han señalado una serie de impactos en los mercados financieros mundiales y sus repercusiones en el PIB Mundial, será la postura y el análisis que los Gobiernos en el mundo realicen y la búsqueda del bienestar social en cada uno de sus países, las que dicten las medidas restrictivas que considere y en esa proporción, profundizar en mayor o menor medida las actividades económicas nacionales e internacionales. Por lo pronto, es de esperar una disminución en el dinamismo de todas aquellas actividades relacionadas directa o indirectamente con el comercio mundial y el turismo.
 *El autor es Economista, Maestro en Administración y actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Administrativas. Además, ha publicado artículos científicos y ha sido ponente en eventos internacionales en temas relacionados con las finanzas públicas y economía aplicada.
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