Revelan detalle de las pruebas que culpan a Caballero y Solar en atentados explosivos

Ayer se detuvo y formalizó a dos personas acusadas del envío de una bomba a las oficinas de Quiñenco, donde trabaja el ex ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y de un paquete de similares condiciones a una comisaría en Huechuraba, ambos hechos ocurridos en 2019.Los imputados son Mónica Caballero y Francisco Solar, ambos con antecedentes en España , donde fueron condenados por colocar un artefacto explosivo en Zaragoza en 2012Tras la explosión en la 54° Comisaría de Carabineros en Huechuraba, la situación causó la alerta y de inmediato la Fiscalía ordenó que se interrogara a personal de correos. Fue ahí donde se detectó que el mismo remitente había enviado una caja también a la empresa Quiñenco. Según detalló La Tercera, el informe policial sostiene que Solar ocupó un “gorro con orejas” para cubrirse en parte el rostro y, tras enviar las bombas, se trasladó en taxi a calle Beauchef. Ahí esperó en un paradero, para luego deshacerse del gorro y una bufanda tipo “polar”. Cuando los oficiales del OS-9 detectaron el trayecto de “cariñosito” (como le llamaban sus amigos) y vieron que se desprendía de vestimentas fueron de inmediato a revisar el basurero. De ahí levantaron las prendas y el perfil genético que luego haría “match” con la bomba desactivada en la oficina del ex secretario de Estado y con el propio imputado.En febrero de este año, dos bombas de pólvora negra estallaron en un basurero y un banco del edificio Tánica, ubicado en Vitacura. La revisión de cámaras daban cuenta de la ruta de dos sospechosos que se trasladaban con un bolso tipo “matutera”, muy parecido al utilizado por Solar y Caballero en 2013 cuando colocaron una bomba en la Basílica de Zaragoza, en España. Por ese hecho ambos fueron condenados y luego expulsados a Chile en marzo de 2017. Tras el hecho, un taxista declaró a la policía haber trasladado a la pareja ese día desde calle Chacabuco, en Santiago Centro, hasta Vitacura. Es así como se estableció que un día antes de la colocación de bombas en el edificio Tánica, los imputados habían pasado la noche en el motel Tropical. Las cámaras de dicho lugar, analizadas en el informe del OS-9, permitieron ver a los sospechosos cuando ingresan y a la mañana siguiente cuando salen con el bolso y ya disfrazados. Además, ahí se distingue un tatuaje en el brazo de la imputada. Solar con una peluca rubia y bigotes, Caballero con tacos. De hecho, el imputado incluso se habría colocado una especie de barriga falsa para verse más robusto.

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