Disminuye la afluencia de turistas y crece la incertidumbre en Mazatlán

Mazatlán, Sinaloa.- La Unión de Palaperos se encuentra en incertidumbre, pues el número de turistas ha disminuido. En las playas del puerto de Mazatlán se observaron pocos bañistas.El presidente de la Unión de Palaperos, Juan José Burgara Ortega, señaló que sus compañeros se sienten preocupados con el próximo regreso a clases. A pesar de que es por línea, estiman que muchas familias dejarán de vacacionar en  Mazatlán  y por lo tanto bajará la afluencia de comensales.
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La esperanza de los palaperos es el consumo de los clientes locales. Burgara explicó que la afluencia de los locales oscila entre el 25 y 30 por ciento. Los comerciantes aguantan la crisis, a la que se enfrentan debido a la contingencia sanitaria.Juan Burgara detalló que en su negocio, Los Porteños, mantuvo el precio a los platillos con la intención de atraer a más clientes.

Pocos clientes se observaron en las palapas. Foto: Víctor Hugo Olivas/EL DEBATE

Aunque ganemos poco, no subimos los precios para que la gente se anime a comprar, expresó Juan José Burgara.

El líder de la unión refirió que en comparación con el año pasado, las ventas son mínimas este 2020.Explicó que a la hora de la comida ya estaban llenas alrededor de 30 mesas y los fines de semana, a su máxima capacidad, que son 40.Ayer, en el horario de la comida solo había cuatro mesas ocupadas.Las medidas sanitarias
En cada palapa acatan las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades. El dirigente destacó que solo operan al 40 por ciento de la capacidad de cada local.Además, los clientes tienen que usar cubrebocas al momento de entrar al lugar y se otorga gel antibacterial.Algunos locales adaptaron un lavamanos para los trabajadores y comensales. Las mesas se observaron separadas a más de metro y medio de distancia.Los comerciantes señalaron que la principal recomendación de las autoridades es que se respete la sana distancia.Además, sigue vigente el servicio para llevar la comida a los hogares.La reapertura
Los palaperos tuvieron que cerrar sus negocios debido a la contingencia sanitaria.
 

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