Asunción presidencial de Joe Biden: Washington se alista para una ceremonia en el peor escenario

En el corazón de Washington se escucha por todos lados el ruido de montacargas que descargan vallas. No se ven autos ni motos, y casi no hay turistas. De vez en cuando aparece alguien trotando y abundan los obreros. La zona que concentra los edificios del gobierno, que se mostró tan vulnerable la semana pasada con el asalto al Capitolio, es visible solo a través de altas vallas negras.A dos cuadras de la Casa Blanca un grupo de efectivos de la Guardia Nacional bajaron ayer de un autobús turístico y se dirigieron a un hotel al entrar en vigor una orden de confinamiento que durará hasta el 20 de enero.”Obviamente estamos en un terreno desconocido”, declaró la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.Bowser dijo que lo que describió como la “violenta insurrección” de la semana pasada por parte de partidarios de Donald Trump “afectó la forma en que encaramos nuestra colaboración con los organismos federales en la planificación” de la ceremonia inaugural de Joe Biden de la semana que viene.El FBI dijo que violentos partidarios del presidente vigente planean manifestaciones en las capitales de los 50 estados y en Washington.Entre la pandemia del coronavirus y los problemas de seguridad, Bowser le está pidiendo a la gente que no acuda a Washington para la ceremonia inaugural. También solicitó que se adelantase al 13 de enero la entrada en vigor de las medidas de seguridad que se toman para eventos grandes. Es inusual que ellas entren en vigor con tanta anticipación.Vehículos policiales cortaron el paso a amplios sectores del centro, generando congestión. La alcaldía dijo que desde ahora hasta el acto de asunción todo vehículo puede ser detenido y sus ocupantes interrogados, y se prohibirá el acceso a los estacionamientos de la zona.Bowser está siendo presionada para negar alojamiento a manifestantes potencialmente violentos. La rama local del movimiento Black Lives Matter y Shutdown DC emitieron un comunicado conjunto exhortando a los hoteles del centro a que cierren voluntariamente, sin dejar de pagarles a sus empleados. Varios ya lo hicieron.Al margen de la amenaza de actos violentos, activistas dicen que los partidarios de Trump representan una amenaza para la salud de los empleados de los hoteles porque tienden a negarse a usar mascarillas en medio de la pandemia del covid-19.”Cerrar los hoteles totalmente estas seis noches es la única forma de garantizar la seguridad del personal, de los vecinos, de las personas vulnerables o indigentes, de los funcionarios del nuevo gobierno, de los legisladores y de nuestra democracia”, sostuvo la declaración.El miércoles Airbnb anunció que cancelaba todas las reservas en el área metropolitana. Bowser dijo que había estado en contacto permanente con ejecutivos de la plataforma de alojamientos desde la semana pasada, pero que no había pedido que tomase esa medida.”Estamos al tanto de las versiones que circularon sobre milicias armadas y grupos racistas conocidos que quieren viajar y entorpecer la inauguración”, indicó en un comunicado la empresa. “Seguimos trabajando para garantizar que no se admiten elementos racistas en la comunidad de Airbnb”.En el terreno, buena parte de la seguridad visible de la ciudad provendrá de los más de 15.000 efectivos de la Guardia Nacional llegados de otros estados.Según las autoridades, la cantidad de guardias que portará armas será limitada. Es previsible que los que están más cerca de la gente o de las vallas no las porten, aunque los que rodean el edificio del Congreso donde tendrá lugar la ceremonia sí. En términos generales, no obstante, los soldados podrán usar fuerza letal para proteger las vidas de otros y la propia, si está en peligro.Las autoridades dijeron asimismo que podrían concurrir más efectivos en los próximos días. El jefe de la policía de Washington, Robert Contee, calcula que el día de la asunción de Biden habrá unos 20.000 funcionarios movilizados en la ciudad y no se descarta que sean traídas más fuerzas de seguridad de otros sitios.La prioridad de las capitales estatales será velar por la seguridad de sus edificios legislativos, pero sus líderes han dicho que podrían aportar guardias nacionales para que sirvan en Washington en caso de emergencia.

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