Niños, niñas y adolescentes también buscan ser protagonistas del cambio constitucional

Los niños, niñas y adolescentes poseen los mismos derechos que los adultos, incluido el derecho a la participación. Pero por ser menores de edad, este grupo etario es poco tomado en cuenta en estos procesos de cambio y tienen una reflexión sobre lo que estamos viviendo como sociedad.
Ellos fueron parte del cambio, como el reciente estallido social de octubre de 2019, entre otros importantes momentos históricos.
Sobre esta participación -o falta de ella-, entre otros importantes puntos, comentaron Harry Grayde, director ejecutivo de World Vision; Arturo Celedón, director ejecutivo de Fundación Colunga; Tamara Oteíza, estudiante de 17 años y parte de Mi Voz Cuenta, y Valentina Rosas,subdirectora y vocera de Tenemos que Hablar de Chile.

El derecho a participar
“Hay un concepto que se utiliza mucho y es el famoso adultocentrismo donde efectivamente recaen las decisiones. Chile ratifica la Convención de los Derechos del Niño Internacional hace ya más de 30 años y cuando uno ve los cuatro principios que emanan de dicha convención, está el derecho a participar, pero el derecho a participar no únicamente como un adorno o simplemente para levantar su voz, sino para una participación que efectivamente genere incidencia, en donde puedan expresar su opinión en materias que les competen y de esa forma generar cambios”, señala Harry Grayde, director ejecutivo de World Vision.
Las elecciones para constituyente son una gran oportunidad sobre todo en un país donde la constitución no menciona a los niños y niñas en ella. Por eso Arturo Celedón, director ejecutivo de Fundación Colunga, explica que distintas organizaciones se han aliado interpelando a los candidatos constituyentes para que pongan en el eje de esta discusión a nivel país el interés superior de este grupo. Por eso solicitaron cinco puntos: que los niños estén expresamente mencionados como sujetos de derecho, que tengan instancias de participación efectiva, que tengan mecanismos formales en que su voz pueda ser escuchada, que se tome en cuenta qué es lo que ellos piensan respecto a las decisiones que los atañen, que se fije un piso de protección social donde se tomen principalmente tres ámbitos no transables como lo son la educación, el acceso a la salud y la vivienda.
La necesidad de sentirse escuchados
En lo que respecta a la participación adolescente no es menor la existencia y el despliegue de una red nacional de adolescentes que está haciendo propuestas concretas con respecto al proceso constituyente, tratando de alzar la voz y ser escuchados en este ámbito.
“Se nos ha estigmatizado, nos han llamado la generación de cristal, nos han señalado que no tenemos opinión, que no somos capaces de generar soluciones o tener una visión concreta y válida respecto de lo que estamos viviendo, pero en verdad hemos demostrado que somos quienes hemos propuesto y puesto en la mesa problemas sociales que han llevado a grandes cambios, por ejemplo en el estallido social que fue principalmente expuesto por estudiantes”, declara Tamara Oteiza, estudiante de 17 años de Viña del Mar e integrante de la iniciativa Tu Voz Cuenta.
“Ojalá que esta nueva constitución nos garantice nuestro derecho a la participación, que no quede solamente en que nos pidan la opinión que realmente todas las decisiones públicas que se tomen tengan una visión adolescente, ya que nosotros también somos parte de esta sociedad”, agrega la estudiante.
La nueva constitución plantea una serie de desafíos importantes en un momento donde a veces pareciera que el diálogo es bastante difícil sobre todo en una sociedad donde incluso a los adultos se les es complicado ponerse de acuerdo y darle cabida a otras voces como lo son la de los niños, niñas y adolescentes. Además hay mucha diferencia con respecto a lo que se busca o quiere con respecto sus derechos, los que al final parecen estar diluidos en un montón de otras necesidades quedando más en una buena intención que en hechos concretos.
“Hicimos una encuesta en específico sobre niñez donde el promedio de edad de quienes contestaron era de 44 años, por ende sin querer ser adulto céntrico se termina así por el tipo de lenguaje y plataformas que se utilizan, esto habla mucho de la necesidad de generar espacios intencionados para los niños, niñas y adolescentes”, señala Valentina Rosas, subdirectora y vocera de Tenemos Que Hablar de Chile.
En ese sentido, para Harry Grayde, “una de las bases también es la promulgación de la Ley de Garantía de Protección Integral de los Derechos de la Niñez, porque es verdad que esto se puede transformar en buenas intenciones. Chile firma y ratifica la Convención de los Derechos Internacionales de la Niñez hace más de 30 años donde ha habido avances y no ha pasado nada sustantivo”.
Si todas las políticas públicas son elaboradas por adultos, la pregunta que se hace Tamara Oteiza es cuándo va a pasar que estas decisiones sean tomadas por adultos, niños, niñas y adolescentes, y para adultos, niños, niñas y adolescentes. “Podemos involucrarnos con adultos, porque eso es una sociedad, se trata de trabajar a la par para el bien común”, afirma la estudiante.

Source link