Curas pederastas, los depredadores sagrados en México

México.- México ocupa el primer lugar mundial en abuso sexual infantil, y cuando este es perpetrado por quienes deberían dar guía y consuelo, la infamia adquiere proporciones de estruendo.  La pederastia clerical en nuestro país existe desde hace mucho tiempo, sin que estos violadores de niños sean juzgados; resguardados por su imagen de servidores de Dios.En entrevista para Debate, Bernardo Barranco, coordinador del libro Depredadores sagrados. Pederastia clerical en México, expuso que este texto es un viaje a través del dolor, la inequidad y las repercusiones personales y sociales. Pero también de la resistencia, la solidaridad y la denuncia. Un análisis con testimonios de víctimas, filósofos, teólogos y otros expertos sobre este grave delito que acecha a los más vulnerables, los menores de edad.En palabras de Bernardo Barranco, el título, Depredadores sagrados, está inspirado en la figura del fundador de los Legionarios de Cristo en México, Marcial Maciel, “un personaje siniestro en la historia de la Iglesia y de México”, una persona que se hacía pasar por un santo, por un hombre de una calidad moral y humana irreprochables, y que además tenía picaporte directo con el papa Juan Pablo II. “En todas las culturas existen bestiarios en sus mitologías.En la cultura contemporánea, el depredador sagrado es la bestia con sotana. Es el maligno que se arropa y disfraza con los símbolos de santidad. Un ser infausto que seduce y violenta sexualmente a sus víctimas con el rostro y ropaje de un ángel. La psiquiatría moderna y las ciencias de la conducta definen el abuso sexual de un menor como un ‘asesinato psíquico’”, afirma este trabajo editorial. El escritor Bernardo Barranco expone la historia del sacerdote Marcial Maciel. Era un hombre muy querido por la Iglesia, con mucha influencia y además tenía incidencia entre el mundo de los empresarios y de los medios de comunicación, señaló. Maciel era un hombre aparentemente encumbrado en la fe y tenía una doble y hasta triple vida.“Era un perverso en términos sexuales, abusaba de niños, abusaba, sobre todo, de seminaristas. Tenía esposa, tenía hijos, gastaba mucho dinero, tenía propiedades, hacía mal uso. Entonces, Marcial Maciel fue un asesino en serie, un tipo sin escrúpulos, sin moral, un tipo que engañó a todo el mundo y, probablemente, el primer engañado fue él mismo. Lamentablemente, murió en la impunidad”, expuso Bernardo Barranco.El cura perverso “Un depredador es un cazador implacable, un asesino sin escrúpulos, envestido con todo lo que significa la simbología de la religión de la fe católica, de la dimensión de la sagacidad que él manipuló de manera siniestra”, mencionó el coordinador del libro. De acuerdo con Barranco, la pederastia clerical es un tema de antaño, con más de 30 años de abusos, de atropellos por parte de la Iglesia.Una situación que no ha cambiado, ya que sigue habiendo impunidad, pues muchos de los sacerdotes que han sido violadores siguen en sus parroquias, continúan impunes a pesar de los escándalos.De ahí que este libro, Depredadores sagrados, busque poner sobre la mesa este tema que no se olvida y que continúa estancado. “Lacerando y acechando a muchos niños y abusando, sobre todo, de la confianza que la sociedad, que la feligresía, que el católico entrega a sus sacerdotes, que, si bien no son todos, pero sí existen los sacerdotes que son depredadores sagrados”, dijo.Generaciones abusadas Los testimonios que recoge este texto pertenecen a personas de diferentes generaciones con posicionamientos muy diferentes entre unas y otras. En este caso, José Barba, un historiador que en los años 80, junto con otros exlegionarios, se decidieron a denunciar los abusos de Maciel, pero se encontraron con un gran muro: la sociedad, la cual no podía concebir que dentro de la Iglesia, y menos un personaje como Marcial Maciel, fuera un abusador sexual, un pederasta.“Maciel fue defendido por los legionarios, fue defendido por el Vaticano, por los medios de comunicación, por los empresarios. La verdad, es una primera generación heroica porque se enfrentó contra todo frente a la incredulidad de la sociedad”, dijo.Incluso, los pocos periodistas que sí abordaron el tema fueron sancionados, como el Canal 40, Carmen Aristegui y Javier Solórzano, expuso. Una segunda generación de denunciantes fueron víctimas que llegaron a negociaciones a través de cuestiones legales y que obtuvieron reivindicaciones económicas, sobre todo en Estados Unidos.Y una tercera generación, en la que aparece Ana Luz Salazar, quien fuera abusada sexualmente por un sacerdote legionario en Quintana Roo, hecho que, de acuerdo con Barranco, le destrozó la vida, pues le costó mucho trabajo sobreponerse, además de que a ella no le interesó el dinero o que la Iglesia se reivindicara, sino que el abusador pagara su falta de manera secular.No solo los católicos Otro de los análisis que muestra este texto es la pederastia que se da en las Iglesias protestantes y evangélicas, es decir, la esencia del texto es que los focos están centrados en la Iglesia católica, pero en realidad ocurre lo mismo en el mundo evangélico, en donde hay pactos de silencio, acuerdos que tienen estas Iglesias, por lo que el tema ha sido poco explorado, aunque uno de los casos más sonados fue el de líder religioso de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, que fue detenido el 4 de junio de 2019 en California, Estados Unidos, por cargos de presunta trata de personas, abuso infantil, pornografía infantil, entre otros.“Rompe el paradigma de que se requiere abolir el celibato para evitar los abusos y las tentaciones sexuales. En el mundo evangélico los pastores son casados, y se presenta; entonces, la situación es diferente. Hay otras dimensiones”, dijo.Barranco mencionó también que otro paradigma es el de los homosexuales, pues las estadísticas muestran que los abusadores son, en su mayoría, heterosexuales.Actitud de avestruz  ¿Por qué, a pesar de todos los escándalos que ha habido, se siguen llenando los colegios de los legionarios? Otra de las interrogantes que aborda Depredadores sagrados, pues parecería que los escándalos sirvieron de promoción para motivar a más gente a llevar a sus hijos, cuando estos podrían estar en riesgo, dijo. A través de varias entrevistas con padres de familia en este texto, se descubrió que estos colegios son espacios de segregación social, es decir, son espacios de ricos para ricos.“No les importa a los padres que sus hijos estén en riesgo, no les importa el nivel académico de los colegios y no les importan los escándalos, lo que les importa es que los niños que van ahí son de clase alta como sus hijos y, por lo tanto, hay un espíritu segregacionista”, destacó el coordinador del libro.Otro tema importante es el del encubrimiento religioso, en que se toma como eje central el encubrimiento de la Iglesia al excardenal Norberto Rivera, quien hace unos años renunciara por cuestiones de edad, y el cual es un ejemplo de este silencio cómplice al interior de la Iglesia y que también es un silencio criminal, señaló.En este libro aparece el testimonio de Daniel Portillo, joven sacerdote que ve el tema de la pederastia desde dentro de la Iglesia, desde cómo hay resistencias, vergüenza y de cómo hay sectores que quieren abrir el tema, pero se topan con las viejas generaciones que no lo permiten y optan por continuar en silencio.“Tienen una actitud de avestruz, de meter la cabeza y no darse cuenta que este fenómeno ha minado de manera muy dramática la autoridad moral de la Iglesia. Es muy interesante porque plantea que México es uno de los países con mayores abusos sexuales en el mundo y principalmente los abusos sexuales se dan en las familias”. De ahí que Daniel Portillo plantee que en la Iglesia este abuso es un doble crimen.Por un lado, el abuso a un menor, pero también es un crimen que los ministros de culto, curas, sacerdotes, pastores, falten a la esencia de su misión, que es el trabajo con los valores, los principios, la ética, la moral, con la conducta.“Y estos violadores lo que hacen es… Corrompen la esencia de la misión de cualquier Iglesia y, por lo tanto, es un escándalo mayúsculo”, afirmó Barranco.LOS Datos Los investigadores  Depredadores sagrados. Pederastia clerical en México es un trabajo de: Bernardo Barranco (coordinador) José Barba, Érika Barrón, Ruth Casas, Leopoldo Cervantes, Daniel Portillo, Cristina Sada, Analu Salazar y Mónica Uribe.Leer más: Alista PRD relanzamiento como la izquierda socialdemócratica de MéxicoAnálisisCon testimonios de víctimas, filósofos, teólogos y otros expertos, Depredadores sagrados ofrece el mejor análisis que se haya hecho de la pederastia clerical en nuestro país, señala la editorial Grijalbo. Esta obra es un viaje a través del dolor, la inequidad y las repercusiones personales y sociales. También de la resistencia, solidaridad y la denuncia. Es una puerta para entender y empezar a sanar.  Nombre: Bernardo Barranco. 
Profesión: Economista y maestro en sociología del catolicismo contemporáneo por la Escuela de Altos Estudios Sociales de París.
Trayectoria: Ha sido consejero electoral tanto en el IEEM como en el IFE/INE en el Estado de México. Director general de la Fundación Vamos FDS; director de la Fundación Mexicana de Desarrollo Rural, A.C. Durante 18 años condujo el programa Religiones del mundo en Radio Red, y actualmente conduce el programa de televisión Sacro y profano, de Canal Once. Es colaborador de La Jornada, Milenio y de la revista Proceso. Nombrado en el 2015 por la revista Quién uno de los personajes que transforma México. Es autor y coordinador de Más allá del carisma, análisis de la segunda visita de Juan Pablo II a México (Jus), El evangelio social del obispo Raúl Vera (Grijalbo, 2014), Las batallas del Estado laico (Grijalbo 2016), Norberto Rivera. El pastor del poder (Grijalbo, 2017) El infierno electoral (Grijalbo 2018) AMLO y la tierra prometida (Grijalbo, 2018) y AMLO y la religión (Grijalbo 2019). Bajan a pareja de un avión por negarse a usar el cubrebocas en USA

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