Chile está en segundo nivel mundial en cantidad de cargadores eléctricos para autos no contaminantes

De acuerdo con el reporte global de perspectiva de vehículos eléctricos (Global EV Outlook 2021), en nuestro país existe un cargador cada tres vehículos eléctricos, siendo superados solamente por Corea del Sur, país que cuenta con uno cada dos autos no contaminantes.
“Si a este dato le agregamos que en Chile la venta de autos eléctricos creció más de 200% durante febrero del 2022, en comparación con el mismo período del año pasado, podemos proyectar de buena manera la transición proyectada hacia un sector de transporte más limpio”, explica Sebastián Rivera, doctor en Ingeniería Eléctrica y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas Uandes.
Nuestro país se posiciona muy bien a nivel latinoamericano en transporte eléctrico, alcanzando el tercer lugar de ventas anuales, con 2.400 unidades en 2021, siendo superado solamente por México y Brasil, lo que es esperable debido a la magnitud de sus mercados automotores.
“El avance en esta materia es el resultado de los múltiples esfuerzos de actores tanto públicos como privados durante los últimos años y sin duda fue favorecido por el registro de 400 buses eléctricos para el transporte público y sus cargadores respectivos durante el año 2020”, comenta el docente.
Según se planteó en la Estrategia Nacional de Electromovilidad en octubre de 2021, en nuestro país, a contar del año 2035, solo se comercializarán vehículos 100% eléctricos. Si bien esta estrategia es un compendio de intenciones y proyecciones que tiene el Gobierno y en particular los ministerios involucrados, su ejecución va a depender de diversos factores.
“Lo primero es contar con un stock global suficiente por parte los fabricantes de automóviles de modo de satisfacer esa demanda. Por otro lado, también depende de que las barreras existentes para la adopción de vehículos no contaminantes sean reducidas notablemente”, detalla el experto de Uandes.
“Por ejemplo, hoy los precios de estos vehículos siguen altísimos, no existen incentivos económicos o impositivos que fomenten una adopción beneficiosa para los usuarios, y hay un difícil acceso a la instalación de cargadores en los hogares -en particular en edificios y condominios- por mencionar algunas. En resumen, es una meta bastante ambiciosa y requiere mucho trabajo de todos los actores involucrados”, explica.

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