Banco Central de Brasil reconoce mayor deterioro de la inflación pese a alzas de tasas

El Banco Central de Brasil afirmó el martes que sus subidas de tasas de interés aún no han tenido impacto en la inflación y la actividad, pero destacó que el deterioro de las condiciones inflacionarias justifica una posible ampliación de su agresivo ciclo de política monetaria.
En las minutas de la reunión celebrada los días 3 y 4 de mayo, cuando el comité de fijación de tasas, conocido como Copom, elevó el tipo de referencia al 12,75%, las autoridades destacaron que el ciclo actual “fue bastante intenso y oportuno”, y que aún está por ver “gran parte del efecto de contracción esperado y su impacto en la inflación actual”.
Aun así, el banco central subrayó que tanto la dinámica inflacionaria a corto plazo como las proyecciones a más largo plazo empeoraron, allanando el camino para una probable ampliación del ciclo, con un ajuste de menor magnitud en junio.
“Esta estrategia se consideró más apropiada para asegurar la convergencia de la inflación en el horizonte de proyección pertinente, así como el anclaje de las expectativas de inflación a más largo plazo”, dijo el banco central, añadiendo que refuerza la postura de política monetaria cautelosa y enfatiza el escenario incierto.
La semana pasada, los responsables de política monetaria habían señalado una menor subida de tasas el mes que viene, tras haberlos aumentado en 100 puntos básicos en medio de una inflación de dos dígitos y de unas expectativas de precios que se situaban aún más por encima de los objetivos oficiales.
El aumento de los precios de las materias primas y la interrupción de las cadenas de suministro mundiales afectadas por la guerra en Ucrania han alimentado la inflación brasileña, que alcanzó el 12% en los 12 meses hasta mediados de abril.
Para aumentar la presión, la petrolera estatal Petrobras anunció el lunes que aumentaría los precios del gasóleo en un 8,9%.
En las actas, el banco central dijo que las recientes perturbaciones provocaron un fuerte aumento de los componentes asociados a los alimentos y los combustibles, y que el incremento de los precios de la gasolina tuvo un impacto mayor y más rápido de lo esperado.
También afirmó que, aunque el crecimiento económico estuvo en línea con sus expectativas, el endurecimiento de las condiciones financieras conlleva el riesgo de una desaceleración mayor de la prevista en los próximos trimestres.

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