El proyecto de conservación de cactus nativos

Santiago Figueroa se dedica a la reproducción de cactus chilenos, cuyas semillas recolecta en el norte de Chile. Con su proyecto personal «Cactus Lagarto» ha logrado tener más de 30 mil plantas de diversos orígenes. Esta tarde, Santiago conversó con Un País Generoso para dar a conocer más sobre su trabajo.
¿Cómo comenzó su interés por los cactus?
El amor de Figueroa por este tipo de plantas nació desde muy pequeño, donde comenzó a tener sus primeros cactus desde que se encontraba en enseñanza básica. «Me empezaron a fascinar estas plantas que eran bien distintas a las otras», recuerda.
Los cactus, también conocidos como cactáceas, son una familia de plantas capaces de almacenar grandes cantidades de agua en su cuerpo. La mayoría de los cactus son muy espinosos, lo cual es una defensa contra algunos animales que puedan comerlas en busca de agua.
«Cactus Lagarto»: de la colección a la conservación
Aunque comenzó coleccionando cactus como un interés personal, este fue creciendo hasta convertirse en un proyecto de estudio, registro y reproducción de cactáceas a partir de semillas nativas: Cactus Lagarto. 
Santiago Figueroa
Figueroa construyó su propio invernadero y fue cuando leyó un libro de Adriana Hoffmann que aumentaron sus ganas de aprender sobre cactus chilenos. En ese momento se enteró «que habían cactus por todos lados y que pasaban desapercibidos».
De esta forma, comenzó a viajar esporádicamente al norte de Chile, específicamente al desierto de Atacama, para recolectar semillas nativas en distintas localidades y «tener la diversidad de cactus lo más amplia posible, según localidad y especies».
¿Por qué repoblar con cactus nativos?
Actualmente, Santiago Figueroa tiene más de 30 mil cactáceas en su hogar en la costa de la Región de Valparaíso, desde donde colabora con Fundación Punta de Lobos para repoblar esa zona con cactus nativos.
Gracias a el trabajo colaborativo, han logrado desde 2016 reproducir y plantar miles de cactus en esa localidad de la comuna de Pichilemu. Finalmente, Figueroa reflexiona sobre la importancia de mantener los ecosistemas sanos y conservar la flora nativa de nuestro país. 

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