El arte de no hacer las cosas

El dilema entre lo importante y no importante, entre hacer o no hacer. Déjame hacerte algunas preguntas: ¿Dejaste algún trabajo o el informe de fin de mes para el último día pudiendo haberlo realizado antes? ¿Tienes que abordar una conversación difícil con un colega de trabajo o jefe, amigo o familiar, pero la sigues posponiendo? ¿Debías realizar el inventario de tu negocio, pero siempre tienes un pretexto para dejarlo? ¿Te ha pasado que tienes que hacer algo que es importante, pero lo dejas por algo que es más divertido o menos estresante? o que tal estas frases célebres: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” o “Tranquilo, mañana lo hago sin falta”.
Acabo de terminar una reunión con un cliente Pyme con el que me junto una vez por semana y revisando con el equipo (jefes y responsables de área) las tareas y acciones que se debían ejecutar, aparece que por 2da vez una tarea no es llevada a cabo. ¿Por qué no se realizó? Puedo entender la incomodidad. Hace dos semanas tomamos la decisión de no renovar el contrato de un proveedor de servicios y el jefe del área debe comunicarse con él y hacérselo saber. Él sabe que es una conversación difícil y más bien incómoda que ha preferido evitar por error, y digo por error, dado que no solo es una determinación ya tomada, sino más bien afecta la coordinación de trabajo que llevamos a cabo dentro de la empresa.   
A veces las personas solemos procrastinar, todos hemos procrastinado en algún momento. Claro, hay personas que viven en ello y se justifican reiteradas veces.
Procrastinar es el hábito de posponer las actividades importantes para dedicar el tiempo a tareas más entretenidas, pero menos relevantes. Dicho de otra manera, procrastinar es cuando sabes que tienes que hacer algo, y lo dejas para otro momento.
La procrastinación representa un gran problema para las personas, ya que no les permite desarrollar e impulsar sus proyectos y compromisos en tiempo y forma, debido a que siempre tienen entre manos muchas labores por realizar y que les impide avanzar en las cosas importantes. Cuando aquello que debemos hacer es muy grande o demoroso, solemos dejarlo para después y no lo comenzamos nunca. Hay cosas que no pueden esperar por lo que dividir aquello en tareas que nos tomen menos tiempo o sean menos engorrosas nos facilitará el no caer en la procrastinación.
Además, hoy necesitamos tener sentido de urgencia en lo que hacemos. Hay cosas que no pueden esperar y debemos hacernos cargos, incluso aprender a enfrentar esas “incomodidades” por las que muchas veces preferimos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy.
Y tú, ¿eres de las personas que procrastinan?

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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