Las mujeres detrás del personaje de Rose en “Titanic”



No recuerdo la primera vez que vi Titanic. Es de esas películas a las que se vuelve una y otra vez, esas escenas que tanto conocemos y que tanto nos conmueven. Este año la vi por primera vez en cines -tenía dos años cuando se estrenó en 1997- , que como sabemos es una experiencia diferente, inmersiva y sublime, y no solo me encontré con detalles y diálogos que no había advertido antes, sino con una sorprendente potencia en el personaje de Rose.Foto: Gentileza prensaY digo Rose a secas porque ella nació como DeWitt Bukater, una familia de estatus y prestigio que siempre le pesó y a la que nunca perteneció; fue Dawson, después de conocer a Jack; y fue Calvert, tras casarse con su última pareja del que poco se sabe. Rose tiene el corazón en cada uno de esos apellidos, pero también en una búsqueda de libertad que es personal, una curiosidad, inteligencia y carácter que le da una profundidad interesante para la época.Esos matices de su personalidad no son casuales. Aunque Rose no existió en la vida real, si buscamos más allá podemos encontrar nombres de mujeres que influyeron directa o indirectamente en la construcción de ese personaje. Esta nota pretende ser un homenaje a algunas de ellas.El interés por el arte y la búsqueda de libertad de Rose: la huella de Beatrice WoodFoto: American Museum of Ceramic ArtEmpieza la película. La primera versión de Rose que vemos tiene 101 años, y trabaja con cerámica en el patio de su casa. No es casualidad: está inspirada en Beatrice Wood, una pintora y ceramista estadounidense que se rebeló contra lo que se esperaba de una mujer en la época y le hizo frente a los estándares sociales a través del arte.Hagamos un breve repaso por su historia: Wood nació en una familia de la alta sociedad. A pesar de la negativa de sus padres, comenzó a estudiar arte en Francia. “Yo era muy, muy infeliz porque mi madre era muy encantadora y generosa, pero conmigo muy dominante. Y desde que tenía catorce años recuerdo haber ahorrado mi mesada en el internado y ahorrado la mitad para comprar libros de arte y libros de poesía”, dijo en una entrevista para Archives of American Art.Cuando volvió a Estados Unidos, trabajó varios años como actriz. Eso no fue todo: fundó y editó las revistas dadaístas “The Blind Man” y “Rongwrong”; estudió cerámica y despertó una pasión por las esculturas; incursionó en el mundo del dibujo y plasmó toda su vida y obra en su autobiografía “I Shock Myself” (“Me sorprendo a mí misma”).Fue ese libro el que la conectó con James Cameron. En realidad fue toda una casualidad: fue la esposa de Bill Paxton quien le prestó una copia del libro. Según contó el cineasta, “el primer capítulo describe casi literalmente el personaje que ya estaba escribiendo para ‘Old Rose’”, interpretada por la gran Gloria Stuart: “Cuando la conocí -a Beatrice- era encantadora, creativa y devastadoramente divertida… Por supuesto, la Rose de la película es solo una refracción de ella, combinado con muchos elementos ficticios”, dijo el director en el libro “Titanic: James Cameron’s Illustrated Screenplay” (“Titanic: El guión ilustrado de James Cameron”).Foto: Nanci MartínezSon varias las similitudes entre ellas: el interés por el arte -y el contacto con Claude Monet, a quien Wood conoció y Rose mencionó en el film-, el trabajo como actriz -sabemos que Rose cuando volvió del Titanic se dedicó a eso-, la búsqueda de libertad y romper con estereotipos, las exigencias que su madre ponía en sus hombros, el amor y la obligación -nunca se casó con los hombres que amaba y nunca amó a los hombres con los que se casó, según dijo en su libro-.Wood no estuvo a bordo del Titanic, a pesar de que en ese momento tenía una edad similar a la del personaje. Cameron la invitó al estreno de la película; sin embargo, a sus 105 años, ella no pudo asistir por cuestiones de salud. El director decidió viajar hasta su casa para entregarle una copia en VHS, aunque la artista no quiso verla ya que “era demasiado tarde en su vida para estar triste”, y murió nueve días después. Hasta hoy, es conocida por muchxs como la “verdadera Rose”.El amor en Titanic y el relato de Rose: el caso de Dorothy GibsonEn la película, Rose formó parte de la tripulación del RMS Titanic, el “insumergible” transatlántico que naufragó la madrugada del 15 de abril de 1912; solo hubo 712 supervivientes de las 2208 personas a bordo. En la vida real, eso lo vivió la actriz Dorothy Gibson a sus 22 años, quien un mes después protagonizó la primera película de la tragedia.Vamos de a poco: nacida en Estados Unidos, desde su adolescencia Gibson empezó su carrera como cantante, bailarina y modelo. Fue una estrella del cine mudo que trabajó en Éclair Studios, y se destacó en películas como “Miss Masquerader” (1911), “Hands Across the Sea” (1911) o “Love Finds a Way” (1912). Su papel más popular y desafiante, sin embargo, fue “Saved from the Titanic” (“Salvada del Titanic”), que se estrenó en 1912.Gibson estaba de vacaciones en Europa cuando el productor Jules Brulatour le pidió que regrese al país por un nuevo proyecto. La actriz se vio obligada a emprender la vuelta, pero decidió hacerlo a lo grande: compró dos boletos de primera clase para el Titanic, uno para ella y otro para su madre.Una noche, después de disfrutar de una cena y partidas de “bridge” -un juego de cartas francés-, volvió a su camarote y escuchó “un enorme y terrorífico crujido”, según relató a The New York Dramatic Mirror, y al salir a cubierta vio el iceberg en cuestión. Rápidamente, junto a su madre corrieron a los botes y fueron una de las primeras pasajeras en subir. “Fue horrible, una auténtica pesadilla”, dijo para el diario The Moving Picture World.Cuando volvió a Estados Unidos, tras ser rescatada por el RMS Carpathia, Brulatour le propuso un cambio de planes: rodar una película sobre lo que había ocurrido. Gibson aceptó protagonizar la historia y colaborar en el guion. No solo tuvo que interpretarse a sí misma, sino que tuvo que usar la misma ropa que había usado en el día del accidente. ¿Qué sabemos de la sinopsis? sigue la historia de una joven que embarca en el Titanic junto a su familia y su novio, el marinero Jack, interpretado por John G. Adolfi. Se rodó en menos de dos semanas y se estrenó en salas un mes después de la tragedia.Como vemos, no solo recuerda a Rose por lo que vivió en el barco -aunque con diferentes decisiones-, sino que el hecho de animarse a contarlo, como lo hizo Rose en la película -nuevamente, cada una a sus tiempos-. Además, podemos ver la similitud en la historia de amor, incluso ambos con el nombre Jack. De todas formas, no hay registros actuales ya que la cinta fue destruida en un incendio de los Estudios Éclair en 1914. Es considerada una película perdida.La lucha y rebeldía de Rose: el legado de Molly BrownYa hablamos de Wood y la personalidad de Rose, y de Gibson y el naufragio del Titanic.  ¿Y si te digo que hubo alguien que combinó todas esas facetas? Y a ella seguro la conocés, porque también aparece en la película de Cameron y está basada en una mujer que existió en la vida real. Se trata de Margaret “Molly” Brown, conocida como “la insumergible”.Hija de inmigrantes irlandeses, trabajó en una fábrica tabacalera y luego en una tienda que vendía cortinas y alfombras. Allí conoció a su pareja, James Joseph Brown, quien tenía una vida muy similar a la de ella y trabajaba en una mina. Un golpe de suerte laboral cambió su vida por completo, ya que ganaron una gran fortuna, y empezaron a invertir en mansiones y viajes por el mundo. Sin embargo, Molly descubrió que su marido la engañaba y decidieron separarse. Esa distancia no frenó sus sueños y curiosidad, por lo que decidió seguir viajando sola.Según el libro “Molly Brown: Unraveling the Myth” (“Molly Brown: Descifrando el mito”), antes de viajar en el Titanic un vidente le advirtió que correría peligro si se subía a un barco, pero ella no le creyó. En esa biografía, la autora Kristen Iversen cuenta que en el momento del choque con el iceberg Molly estaba leyendo un libro en su camarote. Molly fue una de las mujeres que subió a los botes, como también en tomar la iniciativa para remar y hacerle frente al comisario Robert Hichens, quien no quería salvar a más personas.Tras ese traumático episodio, su vida cambió para siempre. Creó un comité de supervivientes; publicó su relato de lo sucedido en Herald Newport; participó de homenajes a las víctimas, y se involucró en luchas sociales y políticas, tales como el activismo por el sufragio femenino. Hoy su casa fue transformada en un museo, situada en Colorado.En la película, el personaje es interpretado por la actriz Kathy Bates, quien vemos que comparte la primera clase con Rose, aunque ninguna de las dos encaja con los estándares sociales. Es la única que es amable con Jack, e incluso le presta el traje de su hijo para que asista a una de las cenas. Una mezcla de realidad y ficción, pero una mujer que dejó su huella en Rose tanto en compartir la experiencia y la rebeldía.“Puede que Margaret Brown sea más conocida como superviviente del Titanic, pero fue mucho más que eso”, resume su página oficial y sigue: “Madre, esposa, filántropa, sufragista, actriz… La historia de Margaret Brown es mucho más amplia que todo lo que se ha visto en las películas”.Volver a encontrarse con RoseEs difícil escribir algo sobre Titanic, un tanque cinematográfico del que todo se dijo. Qué pena que no haya existido Rose y sea solo ficción; pero qué interesante poder encontrarla en otras grandes mujeres, que sí vivieron algo de lo que vivió ella, dentro o fuera del transatlántico. Y toda la información que falta, especialmente de todas esas mujeres de bajos recursos que no lograron acceder a los botes, que fueron víctimas de la desigualdad social y clasismo de la época.En esta nota, un homenaje a Rose y lo lindo que es reencontrarse con ella, esta vez en cines y a 25 años del estreno del film, y a las mujeres que estuvieron en el barco aquella madrugada de abril. 



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