¿Qué medidas se han tomado para potenciar la participación de mujeres en tecnología?

 
Según informes de la ONU del año 2022, la falta de inserción de mujeres en el mundo digital ha recortado en 1 billón de dólares el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de ingresos bajos a medios en la última década, una pérdida que aumentará considerablemente al año 2025 de no tomarse medidas concretas que contribuyan al cambio de paradigma.
Es por lo anterior, que se han impulsado de forma transversal diferentes proyectos que acerquen la innovación y la tecnología a niñas alrededor del mundo con el propósito de incrementar -no solo sus derechos- sino que también la economía mundial. Si bien es cierto que las mujeres hemos ido tomando un rol cada vez más protagónico en puestos que antes eran mayoritariamente ocupados por hombres, las cifras de inclusión continúan a la baja en campos como la tecnología. 
En Chile, la participación femenina en el ecosistema de la innovación y tecnologías de la información es solo del 5%. Una de las principales razones de la escaza presencia de mujeres en esta industria se ha dado por la falta de acceso a la educación en dichas materias. Bajo este contexto, nuestro país elaboró una Política Nacional de Igualdad de Género en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. 
La política busca otorgar los lineamientos que permitan derribar las barreras de participación en investigación y desarrollo (I+D). De este modo, se han presentado cuatro pilares fundamentales:

Niñez inclusiva, protegida y con habilidades para el futuro.
Sistemas de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación inclusivos, transformadores y responsables.
Un estado comprometido con los datos, instrumentos y políticas para la igualdad de género en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para resolver los impactos de la brecha de género en nuestra sociedad.

Así, el objetivo principal es que las diferentes organizaciones y actores colaboren en promover a mujeres dentro de estas áreas, ejecutando diversas iniciativas que acerquen las enseñanzas de I+D desde edades tempranas. 
Para cumplir con lo anterior, se ha propuesto un plan de acción al año 2030 que tiene por finalidad terminar con las brechas que separan a hombres y mujeres, para así potenciar la construcción de puentes que fomenten la colaboración entre géneros. 
Sin duda, aún queda un largo camino que recorrer. Sin embargo, considero que la inclusión parte por la educación y el acceso a ella junto con desarrollar y reconocer el talento. En esta línea, Chile parecer entender los desafíos del presente y futuro próximo, lo cual es una excelente noticia para las generaciones venideras. 
 

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