La esposa del colectivero asesinado dijo que él “ya quería jubilarse” para dedicarse a sus nuevos “proyectos”

Andrea, la esposa de Daniel Barrientos, el colectivero asesinado hoy dijo que su pareja “ya quería jubilarse” y que dijo que solo esperaban “la contestación de la ANSES” para luego dedicarse a sus nuevo “proyectos”. “Me sacaron las ganas de vivir”, expresó.”Queríamos viajar, comprar nuestra casa. Vivir lo que nos quedaba, poner un negocio. Teníamos el proyecto de irnos de Buenos Aires. Está muy complicado todo. No pudimos”, indicó Andrea tras el asesinato de su pareja en la localidad de bonaerense Virrey del Pino. La mujer recodó que Daniel “siempre me mandaba mensajes cuando llegaba” y que en hoy ocurrió algo similar: “Le dije que me llame cuando llegue para que no use el celular cuando iba manejando. Y no me contestó más. Le mandé un par de mensajes y ya no me respondió. Todos los recorridos él me iba diciendo”, rememoró Andrea, quien admitió que le pareció “raro” que él no se volviera a comunicar con ella.”Me enteré por gente de la empresa que lo habían matado”, contó.”Para mí era todo. A mi me arrancaron la mitad de la vida. Me sacaron las ganas de vivir”, expresó esta tarde en declaraciones a C5N la pareja de Barrientos, de 65 años, que además añadió que el colectivero “últimamente ya no quería ir a trabajar” sino que “quería disfrutar de la vida y de la familia”.Respecto a cómo era el trabajo de su esposo, la mujer contó que “todos los recorridos que hacía eran muy peligrosos” y que su colectivo “no tenía cámara de seguridad”.Andrea describió a su esposo como “una excelente persona” y solo pidió “justicia”, que lo ocurrido “salga a la luz” y afirmó que esto “no puede seguir pasando”.”Hoy le tocó a la persona que más amo en la vida, pero hay muchos compañeros que pasan por lo mismo”, señaló Andrea, quien prefirió no referirse a los incidentes en los que fue agredido el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.A su vez, recordó que “hace muchos años” Daniel ya había tenido un “hecho de inseguridad” y que todavía no le contó lo sucedido hoy a su hija, quien presenta un retraso madurativo. “Él adoraba su profesión. Yo tenía miedo de que le pase algo”, concluyó la mujer.



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