“Es una conexión más divina que terrenal” — Rock&Pop

El 15 de mayo de 1992, por primera vez, un grupo de chilenos llegó a la cima del Everest, la montaña más alta del mundo, 31 años después, el primer chileno en llegar a la cumbre, Cristián García-Huidobro, conversó y reflexionó sobre su hazaña con Iván Guerrero y Werne Núñez en Un País Generoso.
García Huidobro fue el primer chileno y sudamericano en alcanzar la cumbre más alta del mundo, el Monte K2 de 8.848mts, escalando con su equipo por la difícil pared del Kangschung.
Cristián García-Huidobro a 31 años de subir el Everest
“Es muy particular porque honestamente, nunca pensamos que íbamos a estar ahí reflexiona el montañista. “Estar ahí, incluso antes, a unos pasos de estar ahí, hay un punto en que tú ya sabes que vas a estar ahí. Entonces te abraza una emoción, tú no diriges lo que ocurre”.

“Para mi fueron 2 grandes abrazos” recuerda el primer chileno en subir el Everest. “Uno: estar ahí es estar un poder gigante. Es decir ‘Somos gigantes. Si podemos estar ahí es porque somos gigantes y no lo hemos reconocido ni descubierto. Y no lo digo por mi, hablo por por todos los seres humanos. Tenemos un potencial gigante que nos permite en ese instante estar ahí” dice.
“Pero a la vez, contrario a eso, es un sentimiento de fragilidad” agrega García-Huidobro. “Eres una mosca, un insecto, un punto suspendido en un océano infinito. Ves a 360° alrededor, ves la curvatura de la tierra”
“Ahí descubres que lo eres todo, porque estás ahí; y no eres nada, porque te desapareces ahí. Es una sensación de conexión más divina que terrenal. De unión con todo, de poder con todo, de humildad y de grandeza. Eso diría que sentí” reflexionó sobre su escalada en el Monte Everest.
Cómo ha cambiado subir el Everest
Además, comentó cómo ha cambiado la hazaña de escalar el Monte Everest después de todo este tiempo. “Hay dos cosas que han cambiado fundamentalmente e incluso han cambiado desde que Hillary y Tenzing subieron en 1953. Nosotros ya teníamos tecnologías que ellos no tenían. Ellos tenían zapatos de cuero, nosotros de plástico, ellos cortaviento de nylon, nosotros de gore-tex. Todo cambió.
“Pero yo diría que lo que más ha cambiado es el ser humano, es la cultura que estamos. Estamos bien cagados” dice categórico García-Huidobro. El mundo entero va entero tras ser reconocido. Es capaz de vender a la mamá, todo para ser aplaudido o ser aceptado. Por lo tanto el éxito es entendido como el logro, como cruzar una meta. Y si no cruzas una meta no eres nada, eres un loser.
“Esa visión es la que ha cagado el montañismo y la actividad del mundo entero” señaló García Huidobro. “Esas filas que se ven en la cumbre es simplemente porque la gente paga para que la lleven. Te hacen las carpas, te hacen la comida, te ponen las cuerdas. Muchos de los que están ahí no son capaces de hacer un solo nudo. Pero pagan para poder decir ‘yo llegué a la cumbre del everest'” dijo el montañista.
“Y ese es el resultado de una sociedad que está perdida buscando que los otros te reconozcan cuando no han hecho un trabajo de ellos valioso”.

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