Transformando vidas a través de la banda – MonitorExpresso.com



Tlalpujahua, Michoacán. – Con apenas más de mil habitantes, San Francisco de los Reyes se localiza a unos 25 minutos de la cabecera municipal de Tlalpujahua, su poblado cuenta con 3 escuelas de nivel básico, de estas la primaria Ignacio Zaragoza que data de varios ayeres, sirve en su turno vespertino como aula de música para niños y jóvenes.
Primaria Ignacio Zaragoza/ME
Un patio techado, y su espacio verde es lo que ocupan tres músicos con experiencia para instruir a sus jóvenes aprendices, varios no pasan la mayoría de edad, pues la localidad solo cuenta con una preparatoria como máximo grado de estudio.
 
Poco a poco llegan los estudiantes, comienzan a sonar en cada rincón una nota musical diferente, niños con instrumentos más grandes que su estatura esperan su hora de ensayo, niñas entusiasmadas por el gran día, ríen, se nota, disfrutan ser parte de un todo.
 
Muy a lo lejos las acompañan un par de madres de familia, qué orgullosas vigilan como destaca el sonido del instrumento que toca su joven hija, es la primera banda que conforman exclusivamente de niñas y jóvenes, todas ellas mujeres que cursan primaria, secundaria y algunas la preparatoria.
Fotografía/ME
Es el caso de la señora Cristi, quien es mamá de una integrante de la banda y además es su encargada en esta comunidad, destacó que ver a sus hijos participar “es una emoción muy bonita, es un sueño que a lo mejor nosotros hubiéramos querido, una oportunidad que ahora ellos tienen”.
 
Para ella como madre tener a sus hijos en la banda es una responsabilidad compartida, “los estamos haciendo responsables, más que nada es una responsabilidad que tienen que cumplir en su escuela como en la banda”.
 
Su hija de nombre Mary, de 14 años de edad, entró al ver a su hermano pequeño tocar en la banda, comenta que no ha sido fácil, ya que el grado de convocatoria es grande, entre sonrisas explica que decidió tocar el trombón porque le parece un “instrumento muy lindo”.

Otras de sus compañeras, Sarahi, con dos años, ya en la escuela de música “Rebeca Camacho Ocaña”, toca la tarola, ya que tiene como inspiración a un tío que toca un grupo musical, dice que aún la acompañan los nervios en cada presentación, pero la emoción de tocar con la banda hace superarlo.

Algunas de las jóvenes son de otras comunidades, como Gabriela que viaja cada ensayo desde Tlalpujahuilla, su instrumento es la tambora, dice que se siente orgullosa de ser parte de la banda, su objetivo a más largo plazo es continuar aprendiendo música y pertenecer a una agrupación.

Otra emoción es lo que siente su madre de nombre Karina, quien dijo sentir gran alegría al ver a su hija tocar en una banda, la acompaña cada que puede, “para mí es un orgullo que mi hija se esté desarrollando muy bien, porque le dieron la oportunidad de agarrar la tambora”, detalla que no ha sido fácil para su hija, sin embargo, observa que busca perfeccionarse a pesar de lastimarse sus palmas por el golpeteo constante de la tambora.

Por otra parte, la joven Joana, quien toca la trompeta, es de la comunidad San Joaquín, también viaja desde su localidad a esta escuela para tomar clases de música, algo que disfruta es las amistades que se han forjado entre las compañeras, se siente como una gran familia, dice.

“Es algo bien chido porque es de puras mujeres, pero también es cañón llevarse entre puras mujeres, porque si es difícil, pero no imposible”, confiesa Andrea, alumna que lleva poco en la banda y ha encontrado en el clarinete una forma de expresarse.

Mari recién integrante es la encargada de llevar la voz, su canto lo ha tenido siempre presente, desde participaciones escolares hasta algún concurso de canto, ella busca en un futuro dedicarse a cantar en una banda y qué mejor si es contratada para algunas festividades de Tlalpujahua.

Por último, el profesor Adrián quiso compartir cuál ha sido su experiencia, “hay niños que no tienen mucha comunicación con sus papás, y aquí, esto ha servido para unirnos, y unirlos, pues el compromiso lo hace asistir”, destacó que observa cómo se sorprenden los padres al ver a sus hijos hacer muchas cosas que no se imaginaban que fueran capaces.

Durante la entrega de 375 instrumentos, Octavio Martínez Camacho, fundador de la escuela Rebeca Camacho Ocaña, resaltó que el gran entusiasmo de los niños y jóvenes son lo que lo motiva a ir cada año por más, es por ello que sigue creciendo el número de ingresos, pero ahora con una participación muy particular de niñas y jóvenes mujeres en esta banda denominada “Las Únicas”.

En su presentación ante una plaza Hermanos López Rayón, las chicas fueron capaces de dar su máximo en un espectáculo donde más allá de la entrega de 375 instrumentos está la de unir a toda una comunidad, pero también la de transformar sueños para transformar vidas, por lo que cada vez “Únete a la Banda”, toca a más corazones.



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