Más y mejor OTAN en la vecindad sur



El “Informe del Grupo de Expertos Independientes sobre la Vecindad Sur de la OTAN”, que publica el Real Instituto Elcano en su original en inglés y en su traducción al español (en un esfuerzo que permite el acceso a su contenido de la comunidad global de la lengua castellana), es el resultado de un minucioso trabajo de seis meses de escucha y de redacción, con numerosas reuniones del propio Grupo y de encuentros de trabajo con todas las estructuras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea (UE), los socios meridionales y los centros de pensamiento, celebrados presencial y virtualmente en Bruselas, Madrid, Roma, Nápoles y Múnich.

Hay que recordar que el Grupo fue nombrado por el secretario general de la OTAN el 6 de octubre de 2023, la víspera de los atentados terroristas de Hamás en Israel y ha trabajado durante el estallido y desarrollo de la guerra en Gaza. De forma que, en buena medida, la durísima realidad en pérdida de vidas humanas, destrucción material e inestabilidad política ha venido a dar la razón a una decisión orientada precisamente a otorgar a la Alianza elementos de reflexión y actuación para fomentar la paz, la seguridad y la estabilidad en la que podríamos denominar una vecindad sur –el Informe prefiere utilizar el plural– de la OTAN que abarca el Mediterráneo (con el norte de África y Oriente Medio), el Sahel y las regiones marítimas adyacentes, áreas distintas pero claramente relacionadas que conformarn una realidad geopolítica extensa, diversa e interconectada.

El Informe tiene un carácter político –en el mejor sentido de la palabra–, tanto en el análisis que realiza como en las 114 recomendaciones que formula.

La primera gran conclusión del Grupo de Expertos es que el compromiso de la OTAN con su vecindad sur requiere un enfoque estratégico renovado, que tenga en cuenta la cambiante realidad global que vive el mundo. Un enfoque estratégico que lleva a proponer más y mejor OTAN en ese área.

La OTAN no sólo se enfrenta a las amenazas que representan en el área euroatlántica las intenciones de la Federación Rusa del presidente Putin o el terrorismo, sino a todas las derivadas de la situación en la vecindad sur. Por ejemplo, del conflicto palestino-israelí, de la actuación de Irán o de la desigualdad económica y social (una de las mayores del planeta entre el norte y el sur).

Por ello, los desafíos y las oportunidades en continua evolución en la vecindad sur demandan un fortalecimiento del diálogo político de la OTAN sobre y con la región, a través del lenguaje de las asociaciones, las soluciones cooperativas concretas a intereses y preocupaciones compartidos y un compromiso a largo plazo.

En ese sentido, la OTAN debe desarrollar sus tres tareas centrales también en la vecindad sur, pero prestando especial atención a la prevención y gestión de crisis y la seguridad cooperativa.

Precisamente por eso, es preciso subrayar de cara a la vecindad sur el carácter de alianza política de la OTAN, no sólo de alianza militar.

Un enfoque eficaz de la Alianza debe priorizar una comprensión más profunda de las necesidades y percepciones particulares de los socios, sobre la base de la confianza, la credibilidad y el valor agregado que la contribución de la OTAN puede aportar a la paz y la estabilidad regionales.

Lo que implica para la Alianza adoptar la flexibilidad como criterio y estar abierta a modelos de cooperación no excluyentes, sin comprometer los principios y valores de la OTAN ni socavar la seguridad de los aliados.

La OTAN necesita fortalecer su conciencia situacional de la dinámica en la región, al tiempo que explicar mejor su propósito y capacidades, con mensajes dirigidos a los diferentes contextos específicos.

También es precisa una mejor coordinación dentro de la OTAN y entre los Aliados, para evitar duplicaciones y dispersión de esfuerzos y recursos.

El Informe del Grupo de Expertos es muy claro en un asunto fundamental: guste o no, se considere injusto o no, hay que asumir la percepción negativa de la OTAN en países y sectores de la vecindad sur a causa, sobre todo, de la acusación de practicar una doble moral, particularmente en la guerra en Gaza en comparación con la guerra en Ucrania.

Ello exige, evidentemente, decisiones políticas coherentes y fortalecer la diplomacia pública y la comunicación de la OTAN hacia y en la vecindad sur para poder desarrollar un diálogo fructífero con los gobiernos y las sociedades.

El Informe se estructura en cinco ejes:

principios orientadores;

enfoque regional, incluyendo partenariados y subregiones;

áreas temáticas prioritarias para la cooperación;

cooperación con organizaciones internacionales y regionales; y

organización interna de la OTAN.

Entre los principios orientadores, destacan la visión de 360 grados,  la no exclusividad, el espíritu cooperativo, la representación reforzada, la credibilidad, el valor añadido, las sinergias, la inclusividad, la accesibilidad y la felixibilidad, y la sencillez.

En la aproximación regional (norte de África, Oriente Medio y Sahel y África Subsahariana) destacan cuestiones como: dinamizar los partenariados existentes (Diálogo Mediterráneo e Iniciativa de Cooperación de Estambul); avanzar en los programas de asociación individuales personalizados (Individually Tailored Partnership Programmes, ITPP), para varios países y temáticos; promover la implementación de la solución de los dos Estados apoyando los esfuerzos internacionales de los aliados (entre los que destaca, en mi opinión, la Conferencia Internacional de Paz hecha suya por la UE a propuesta de España) y, una vez se den las condiciones, invitar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a observar o participar en las actividades del Diálogo Mediterráneo, de acuerdo con las prácticas existentes.

En las áreas temáticas se identifican (subrayando el perfil de alianza política de la OTAN): seguridad humana, mujeres, paz y seguridad, buen gobierno, contraterrorismo, seguridad marítima, resiliencia, cambio climático y seguridad, diplomacia pública y cooperaciones estratégicas e información, manipulación e interferencias extranjeras.

En cuanto a la cooperación con organizaciones internacionales y regionales, se incluyen la UE con carácter prioritario, las Naciones Unidas, la Unión Africana, el Consejo de Cooperación del Golfo y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Finalmente, en lo referido a la organización interna de la OTAN, destacan la propuesta de Enviado Especial y las ideas para fortalecer y mejorar el trabajo del “Hub para el sur”

Como señalaba anteriormente, el Informe del Grupo de Expertos contiene 114 recomendaciones, entre las que se podrían a destacar las siguientes:

nombramiento de un Enviado Especial para la vecindad sur, con las tareas de supervisar y racionalizar las diversas líneas de trabajo y actividades de la OTAN hacia la región, garantizando la coherencia, el progreso y la proximidad;

desarrollo de una revisión para evaluar periódicamente la relación de la OTAN con los vecinos del sur, que incluya un mecanismo de coordinación interna que involucre las estructuras civiles y militares de la Alianza. Se debe presentar periódicamente un informe al Consejo del Atlántico Norte (NAC) para evaluar los progresos realizados y proporcionar los ajustes necesarios;

convocar una cumbre extraordinaria de todos los socios del sur de la OTAN para debatir ideas y propuestas con las que seguir profundizando la cooperación regional, cuando las condiciones lo permitan;

proponer un Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad y Estabilidad Regional entre las organizaciones internacionales y regionales pertinentes;

establecer una consulta periódica entre el secretario general de la OTAN y los dirigentes de la UE sobre las vecindades meridionales;

abrir una representación política ante la Unión Africana, que complemente la oficina de enlace militar existente, para facilitar el diálogo y crear nuevos mecanismos de cooperación;

explorar con los países socios la posibilidad de crear un centro para el clima y la seguridad en el norte de África, basado en las herramientas e iniciativas existentes de la OTAN, así como en las experiencias y contribuciones de los socios;

considerar la posibilidad de crear un Centro de Excelencia de Lucha  contra las Amenazas Híbridas (o integrarlo en el Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas) y animarlo a abrir sus actividades a los socios;

plantear la creación de una iniciativa “Hechos para la Paz” para luchar activamente contra la desinformación, como una característica permanente que proporcione educación, capacitación, becas y diversas formas de apoyo a una línea seleccionada de medios de comunicación, periodistas y personas influyentes en las redes sociales en los vecindarios del sur;

promover la participación de los jóvenes de los barrios del sur, aprovechando la Cumbre anual de la Juventud de la OTAN y el Simposio de Asociaciones de la OTAN 360 para llegar a nuevas audiencias en la región y apoyar la agenda de la Juventud, la Paz y la Seguridad;

revisar el mandato y las funciones de la Dirección Estratégica de la OTAN-Centro Sur y racionalizar el Centro para convertirlo en una entidad conjunta civil-militar, con un doble informe a las autoridades militares y civiles.

Sin duda, el éxito del trabajo del Grupo de Expertos Independientes sobre la Vecindad Sur se medirá por la influencia de su Informe en los análisis y las decisiones de la Cumbre de la OTAN en Washington, que marcará el 75 aniversario de la creación de la Alianza. Pero ya el mismo hecho de su creación, sus propuestas y el diálogo mantenido por sus integrantes con los socios por sus integrantes representan un mensaje positivo del interés de la OTAN por avanzar en su relación con la vecindad sur.

Sólo unas palabras finales para esta presentación: provenientes de 11 países aliados de los dos lados del Atlántico, del norte, del centro y del sur de Europa, con experiencias vitales diversas (la diplomacia, la política, los centros de pensamiento o la universidad), los miembros del Grupo de Expertos hemos actuado de una manera escrupulosamente independiente, creando una dinámica de trabajo y un terreno de análisis y propuesta compartidos con base en un intercambio continuo de puntos de vista, abiertos a todas las aportaciones de las estructuras de la OTAN, de la UE, de los socios meridionales y, por supuesto, de los Estados miembros de la Alianza. El pleno consenso plasmado en su Informe, respaldado por todos los miembros del Grupo, es la mejor prueba de lo dicho.

Como español, he podido comprobar una vez más que nuestro país ha decantado y puesto en marcha un extraordinario, vivo y reconocido acervo de conocimiento y práctica que ha dado a luz el Proceso de Barcelona y la Asociación Euromediterránea en el marco de la UE, y una clara proactividad hacia la vecindad sur en la OTAN. La convicción y el trabajo coincidente de políticos, diplomáticos, académicos e investigadores españoles de varias generaciones ha estado en la base de tales esfuerzo y logros. Generaciones a las que creo tenemos que agradecer su profesionalidad y compromiso, que han otorgado a España –que albergó la Cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid en 2022, que aprobó el nuevo Concepto Estratégico– el papel de liderazgo que desempeña en la región.

Ver: ”Informe final. Grupo de expertos independientes de apoyo al proceso de reflexión global en profundidad de la OTAN sobre la vecindad meridional”.
Autor: Carlos CarneroLa entrada Más y mejor OTAN en la vecindad sur se publicó primero en Real Instituto Elcano.



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