Fotografía/ Caters
Australia.- Courtney Whithorn, una joven de 20 años de edad, originaria de Inglaterra, desarrolló un extraño tipo de cáncer en su dedo pulgar, un melanoma subungueal lentiginoso acral; a pesar de los intentos de extirpar las células cancerígenas, los médicos de Australia, -lugar donde ahora vive- tuvieron que optar por la amputación.
El problema inició cuando Whithorn era una estudiante acosada por sus compañeros. A causa de los nervios y la ansiedad, empezó a comerse las uñas; la acción se convirtió en algo compulsivo, hasta que terminó con la uña del dedo pulgar.
Posteriormente, la chica se percató que la piel de su dedo se tornó negra, y avergonzada, decidió ocultárselo a su familia y amigos. No obstante, cuando decidió ir al médico, ya era muy tarde: el diagnóstico fue cáncer y la solución fue amputar el pulgar.
De acuerdo con Daily Mail, aunque el médico de Whithorn relacionó el cáncer con el hecho de morderse las uñas, el dermatólogo Nis Sheth, portavoz de British Skin Foundation, sostuvo que, es muy poco probable que el hábito de la joven por morderse las uñas haya desarrollado el cáncer.
Courtney Whithorn señaló que cuando el doctor le escribió un mensaje de texto para explicarle que debían amputarle el dedo, ella sufrió un ataque de pánico que no le permitía respirar y asustada, salió corriendo del lugar donde estaba trabajando.
Ahora, Whithorn, estudiante de psicología, tendrá que someterse a revisiones continuas durante los próximos cinco años para comprobar que el cáncer no se vuelve a reproducir.
Con información de: Lad Bible
