Luego de que autoridades federales y de la Ciudad de México tuvieran diferencias por cómo realizar la investigación de las agresiones contra estudiantes de la UNAM, la Secretaría de Gobernación informó que detuvo a dos de los presuntos agresores, los cuales fueron puestos a disposición de la Procuraduría capitalina.
En una rueda de prensa, el secretario Alfonso Navarrete Prida dijo que Erik “N” y Joel “N” fueron identificados gracias a que uno de ellos aparece en imágenes que circularon en redes sociales agrediendo a estudiantes, mientras que el otro fue reconocido por distintas personas como participante de los hechos violentos del pasado 3 de septiembre.
?#EnVivo Mensaje a Medios del Secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida https://t.co/XukBMEoVZN
— SEGOB México (@SEGOB_mx) 7 de septiembre de 2018
Esta misma tarde, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, había afirmado que su administración asumió de manera plena la investigación del caso, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) declinara hacerlo.
“Según me informa el procurador general de Justicia de la Ciudad, Edmundo Garrido, recibió un comunicado en donde se refiere que la PGR declina la competencia de investigar esos hechos”, explicó.
Dijo que al parecer, parte de los argumentos de la declinación de la PGR de seguir este caso tiene que ver con que no había ninguna denuncia por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sin embargo, aclaró, que no podría confirmarlo.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que respeta, pero no comparte los criterios y la decisión de la PGR en cuanto a devolver la carpeta de investigación referente a los hechos ocurridos el pasado lunes 3 de septiembre en la explanada de Rectoría.
Sin embargo, el subprocurador de la PGR, Roberto Andrés Ochoa, dijo que sí tiene una investigación abierta sobre las agresiones en CU, pero parte de su investigación la envió a la Procuraduría capitalina para que continúe investigando y determine los delitos que le corresponden.
Ochoa negó que haya fricciones entre las procuradurías: “No es que hayamos devuelto, rechazado o de alguna manera la PGR pretenda hacerse a un lado de la investigación de los hechos que pasaron en la UNAM, nosotros tenemos y mantenemos actos de investigación dentro de una carpeta para continuar con la investigación de estos hechos”.
“En el ánimo de tener resultados lo más pronto posible y de establecer las responsabilidades de quienes las tengan también de manera más pronta, es que se envió parte de la investigación a la Procuraduría capitalina para que en el ámbito de su competencia continúe investigando y ejercite la acción penal por los delitos que le corresponden”, dijo entrevistado en Radio Fórmula.
Delitos de lesiones y tentativa de homicidio en las agresiones de CU, los investigará la Procuraduría capitalina, mientras la PGR investigará delitos que afecten a la Universidad, explicó.
“Es un marco que está dentro de la más pura cooperación institucional y no es que se esté rechazando la investigación (…) Puede ser un asunto de interpretación”, aseguró respecto al comunicado que envió la Procuraduría capitalina.
Hasta el momento, la PGJ ni la PGR han reportado personas detenidas por estos hechos, pese a que la UNAM difundió una lista de estudiantes dados de baja por participar en dicho evento.
Piden aportar testimonios, gráficos o videos
La Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario hizo un llamado a los universitarios y al público en general para que aporten testimonios, gráficos o videos, sobre los hechos sucedidos el pasado lunes en la explanada de Rectoría.
Pone a disposición de quienes posean dichos materiales, el correo electrónico [email protected], para que se agreguen a la investigación sobre la actuación de los elementos de vigilancia de la Universidad, presentes en la agresión de porros contra alumnos universitarios, el tres de septiembre.
Ayer, el rector Enrique Graue Wiechers encargó a los miembros de la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario revisar cuidadosamente los materiales que obran en poder de la Universidad –y otros más que pudieran ser aportados–, a fin de hacer el deslinde de responsabilidades que permita, si fuera el caso, sancionar a quienes correspondan.
