El programa “Las Víctimas contra las Violencias”, que conduce la psicoanalista Eva Giberti, atiende más de mil consultas mensuales pero su continuidad, junto a la de otros programas estatales, peligran.
Las trabajadoras y trabajadores de la línea reclaman por su continuidad | Foto: Twitter
Psicólogas, psicólogos, trabajadores y trabajadoras sociales y abogados y abogadas de la Línea 137, de la Línea Nacional 0 800 222 1717, del Cuerpo Interdisciplinario Contra la Violencia Familiar, del Equipo Niñ@s contra la explotación sexual infantil y grooming y el personal técnico-administrativo, se encuentran en estado de alerta permanente y realizan una fuerte campaña en los medios para detener el desguazamiento de la línea y para proteger sus puestos de trabajo.
FILO habló con Ana Méndez, trabajadora de la línea 137, quien detalló el conflicto. “Todos nos veríamos afectados por el traspaso de las cajas de los entes de cooperación técnico financiera al Ministerio de Hacienda o porque nuestros contratos directamente salen de esos entes o porque a través de esos entes se cobra parte del sueldo vía incentivos”, agrega.
“Somos 167 trabajadores en total en este Programa. La mayoría, mujeres, sólo hay 14 hombres. De 167 sólo hay una en planta permanente, el resto no tiene ninguna garantía”
Méndez indica que a través del movimiento que se generó en los medios y ante la visibilidad lograda, la respuesta oficial es que ese programa en particular “no se va a tocar”. “Pero nada dicen qué va a pasar con los entes cooperadores, con lo cual no hay respuesta oficial sobre que va a pasar con nuestros puestos de trabajo, o con nuestras modalidades de contratación o con nuestros sueldos”, finaliza angustiada.
Desde el año 2006 hasta ahora, las líneas 137 y 0800 atendieron a más de 200 mil víctimas de violencia familiar y sexual (para tener dimensión serían más o menos tres canchas de River completas).
