Una complicada situación vivió esta tarde el seremi de Salud de la Región de Valparaíso, Francisco Álvarez, quien al visitar esta tarde el Hospital de Quintero fue increpado por un grupo de manifestantes.
El hecho ocurre en momentos en que se han producidos nuevos casos de intoxicación entre los habitantes de la zona. Entre ayer lunes y hoy, se ha confirmado más de un centenar de personas con síntomas, y no sólo escolares como en anteriores episodios sino también adultos mayores y personas de la tercera edad.
Los hechos ocurrieron cuando la autoridad llegaba al recinto a bordo de una camioneta blanca que fue detenida por los manifestantes. Estos comenzaron a golpear el vehículo y lo instaron a bajarse, pero éste sólo atinó a taparse con un delantal blanco. Luego, abrió la puerta y recibió los reclamos de los vecinos que le expresaron todo su enojo por la situación de crisis ambiental que vive la comuna.
Pero Alvarez no es la primera autoridad que sufre toda la rabia de los quinteranos, porque el propio Presidente Sebastián Piñera fue recibido con protestas el 28 de agosto, cuando decidió apersonarse en la zona a días de ocurridos los primeros eventos de contaminación.
Apoyo oficialista
La diputada de Renovación Nacional Camila Flores condenó este hecho, señalando que “no vamos a tolerar que pequeños grupos violentistas, que no representan el sentir de los vecinos, realicen este tipo de actos vandálicos, violentos, que enlodan el duro proceso que estamos viviendo. Agresiones violentas como éstas, no tienen precedente y no vamos a permitir que se repitan”.
La parlamentaria explicó que “uno entiende el dolor y la preocupación de los quinteranos, es razonable. Lo que no es razonable es este nivel de violencia, lo escupieron, le pegaron, le lanzaron billetes, en lo que representa un acto de matonaje impresentable”.
El diputado UDI Osvaldo Urrutia, en tanto, fue más allá y acusó directamente al Frente Amplio de estar detrás de estos incidentes. “Este es el modus operandi que el Frente Amplio usa en cualquier zona donde hay problemas y no pierde oportunidad de entrometerse en lugares donde exista conflicto porque apenas ven una oportunidad de poder incendiar algún lugar no pierden la chance de hacerlo y crear una zona conflictuada en forma artificial”, dijo.
A su juicio, los dirigentes del Frente Amplio llevan adelante un aprovechamiento político en la zona del conflicto en Quintero y Puchuncaví “donde existe efectivamente un problema de contaminación pero que no puede ser utilizado para crear un clima de guerra y menos caldear los ánimos como lo están haciendo los frenteamplistas”.
