En Alameda, una ciudad en California, Estados Unidos, buscan terminar con el sexismo en sus escuelas a través de un nuevo código de vestimenta. ¿La regla? Que no haya reglas.
Alumnas y alumnos podrán entrar a las aulas con cualquier tipo de ropa: desde remeras muy escotadas hasta pijamas.
El nuevo reglamento es una oposición a las reglas tradicionales en las escuelas que prohiben mostrar “demasiada piel”, lo que afecta mayoritariamente a las mujeres, pues envía el mensaje de que, por su ropa, ellas son las que “distraen” e impiden a los chicos concentrarse en sus estudios.
La reforma escolar en Alameda muestra un cambio generacional que estudiantes y maestros atribuyen a conversaciones más amplias sobre género, derivadas del movimiento contra los abusos sexuales (cada 98 segundos se comete una agresión sexual en Estados Unidos) y con ayuda del activismo estudiantil.
Si bien el nuevo reglamento fue aprobado por la junta escolar, fue cuestionado porque, quienes lo critican, aseguran que le envían un mensaje equivocado a las chicas “ellas creen que está bien vestirse sensualmente a una temprana edad”.
Este código se inspiró en el distrito escolar público de Portland, Oregón, que desde el 2016 aportó esta nueva política. Carol Campbell, directora de Grant High School, dijo el código de vestimenta relajado de Portland se considera un éxito.
Los y las estudiantes usan ropa apropiada la mayor parte del tiempo y fue “un gran alivio”. “Hubo un cambio de cultura de cómo los estudiantes se ven unos a otros. Cuando tenemos reglas y códigos de vestimenta que se dirigen particularmente a un grupo, parece que estamos culpando a ese grupo, que siempre solían ser mujeres”, sostuvo.
