Exigen mujeres a diputados amnistía para presos políticos



Nota del editor: Desde el 23 de julio, Animal Político presenta materiales periodísticos para conocer los hechos, nombres y momentos clave del movimiento estudiantil del 68 que se vivió en México.

La cronología se publica en tiempo real, a fin de transmitir la intensidad con que se vivieron esos días y se tenga, así, una mejor comprensión de cómo surgió y fue frenado a un precio muy alto el movimiento político social más importante del siglo XX.

Queda mucho por saber y entender: 50 años después aún no sabemos por qué una riña estudiantil –como muchas que hubo previamente– detonó la brutal represión del gobierno.

Lo que es cierto es que el 68 fue, es mucho más que la masacre del 2 de octubre. Hubo un contexto que lo explica. Y eso es lo que les presentamos aquí.

Ciudad de México, 30 de septiembre de 1968.- Vestidas de luto, más de 2 mil integrantes de la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas (UNMM) y de Mujeres de México marcharon este lunes del Monumento a la Madre a la Cámara de Diputados, donde efectuaron un mitin en el que exigieron una amnistía general para todos los presos políticos y la inmediata desocupación de los centros escolares que mantiene bajo control el Ejército.[1]
Entre las madres de familia que llegaron al recinto legislativo ubicado en la esquina de Donceles y Allende, en el Centro Histórico y hablaron en el mitin, estaban Dolores Sotelo, de la UNMM, y la señora Ojeda viuda de Ríos, cuyo hijo, el estudiante Luis Lorenzo Ríos Ojeda, murió durante la defensa del Casco de Santo Tomás, por lo que prometió “continuar en la lucha por la que mi hijo dio su vida”. [2]
Asimismo, anunciaron que asistirán al mitin del miércoles 2 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Al término del acto de protesta, una comisión de legisladores recibió las demandas de las mujeres en las escalinatas de la sede de la Cámara de Diputados federal.
Con movilizaciones, estudiantes recuperan CU
Mientras la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reanuda actividades después de 12 días de ocupación militar, haciendo inventarios y registrando daños y pérdidas, los estudiantes organizaron asambleas informativas e hicieron dos mítines, a mediodía y a las cinco de la tarde, en la recién recuperada Ciudad Universitaria.
En medio de la ola de terror, de persecuciones, de centenares de estudiantes detenidos, de varios muertos, y en un funcionamiento semi clandestino, el Consejo Nacional de Huelga  (CNH) regresó al campus universitario –a pocas horas de que salió el Ejército– con una estrategia de información renovada: más conferencias de prensa para aprovechar la presencia de decenas de corresponsales extranjeros que han llegado a México para cubrir los Juegos Olímpicos, a inaugurarse el próximo 12 de octubre.[3]
En los dos mítines de este lunes, el CNH exigió “la salida de las fuerzas públicas del IPN (Instituto Politécnico Nacional)”. Las medidas políticas inmediatas, insistió, deben encaminarse a lograr el total desalojo de las fuerzas armadas de los centros de educación superior.
Por ello, reiteró el llamado a asistir al mitin de mañana, 2 de octubre, en la Plaza de las Tres Culturas y, al terminar, a la manifestación que partirá de ahí hacia el Casco de Santo Tomás.
Trascendió también que el CNH analiza la posibilidad de hacer público en ese mitin una medida política que viene preparando desde hace días: una huelga de hambre en la que participarán la mayoría de los presos políticos, que tiene por objetivo central “reanudar el proceso organizativo del movimiento con nuevas formas de lucha de carácter defensivo, y que, por la coyuntura olímpica, tengan un impacto considerable” y, al mismo tiempo, que el movimiento no se siga exponiendo a una violenta represión. La idea del CNH es luchar en un nuevo terreno e integrar nuevos actores al movimiento.[4]
Por su lado, el secretario de Educación Pública, Agustín Yáñez, dio a conocer este lunes el enunciado general del plan para restructurar integralmente la educación en el país, en todos sus niveles. Y no dejó pasar la ocasión para reiterar a la juventud una recomendación que le hizo durante largos años en el magisterio: entre el impulso y el acto debe haber reflexión.[5]
Suspenden mitin en el Hemiciclo a Juárez
Por otra parte, a las 20:30 de este lunes, un contingente de granaderos disolvió a golpes un “sorpresivo mitin” que habían empezado unos 500 estudiantes universitarios y politécnicos en el Hemiciclo a Juárez para denunciar, precisamente, la represión de la cual son blanco, incluso si son menores de edad.
Baste recordar que hace dos días, fueron consignadas y sujetas a cárcel preventiva 53 personas acusadas de diversos delitos cometidos en las últimas horas y relacionados con el conflicto estudiantil.  Todas fueron trasladadas a Lecumberri, donde permanecerán en tanto se resuelve su situación legal.
Entre otras cosas, piden el cese de la violencia y la desocupación de los planteles universitarios. Foto: Archivo Heraldo de México.El mismo 28 de septiembre, 12 menores de edad fueron enviados al Tribunal para Menores bajo los mismos cargos, los más graves: daño en propiedad ajena y robo.
Este lunes, cuando comenzaba el mitin en el Hemiciclo, dos policías entraron a la Alameda Central por la calle de Luis Moya, lo que dio oportunidad a los jóvenes de suspender su mitin y dispersarse rápidamente. Aunque muchos de ellos recibieron golpes por parte de los policías, éstos no lograron detener a nadie.
Se solidarizan con estudiantes del DF dentro y fuera del país
Estos últimos días, luego de la reincorporación del rector Javier Barros Sierra a la rectoría de la UNAM, se renovaron los ánimos entre quienes apoyan al movimiento estudiantil del Distrito Federal. En el interior de la República se han producido distintas expresiones de apoyo, pero también han surgido para enarbolar demandas propias en los estados.
En Monterrey los estudiantes de cuatro facultades –Derecho, Medicina, Ciencias Biológicas y Agronomía– se sumaron a las que declararon la huelga el pasado 22 de septiembre, con lo que sólo quedaron otras cuatro escuelas sin unirse al movimiento.[6]
En Xalapa fueron liberadas, luego de tres días de cárcel, 32 personas detenidas en la manifestación disuelta por la policía el 26 de septiembre. Entre ellas se encontraba Fernando Lescieur, director del prestigiado periódico El Imparcial.
Ayer domingo, en Poza Rica, Veracruz, la policía quiso impedir que estudiantes repartieran propaganda en favor del movimiento estudiantil. Un policía disparó tres tiros a un grupo de estudiantes y mató al joven preparatoriano Eliseo Herrera. El jefe policiaco Leonardo Muñoz se negó a revelar el nombre del policía asesino.[7]
En Orizaba, estudiantes y maestros de secundarias, preparatorias y del Instituto Tecnológico Regional anunciaron –también este 29– una marcha en apoyo al movimiento estudiantil del DF. El Ejército y la policía hicieron decenas de detenciones  para impedir la movilización.
El mismo domingo, el pleno nacional de la Central Campesina Independiente, liderada por Ramón Danzós Palomino, reiteró su apoyo a los estudiantes y decidió “formar comités de ayuda o de defensa de las libertades democráticas y promover la ayuda económica a las víctimas de los encarcelamientos masivos y arbitrarios”.[8]
En la ciudad de Oaxaca, el rector Agustín Márquez Uribe pidió a los estudiantes continuar la lucha de apoyo al movimiento estudiantil-popular de la capital.[9]
En Puebla, la huelga de apoyo a los estudiantes capitalinos se ha expandido, al igual que en Yucatán, donde hubo una manifestación silenciosa el pasado día 26; en Cuernavaca, la Universidad Autónoma de Morelos decidió continuar la huelga e intensificar los actos de protesta.[10]
En San Luis Potosí, los universitarios declararon estado de alerta por los acontecimientos de la capital. En Tijuana, la Federación Estudiantil de la Universidad Autónoma de Baja California declaró que iniciará una huelga general, como en Ciudad Victoria Tamaulipas, donde los alumnos de la Escuela Normal Rural de Amatitlán acordaron ir a la huelga.[11]
Esta semana también se han registrado numerosas acciones de apoyo a los estudiantes mexicanos por parte de la Universidad de Columbia en Nueva York; la Asociación de Estudiantes Universitarios de Guatemala; el Consejo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Perú; la Federación de Estudiantes de Panamá, y la Unión de Estudiantes Suecos, que se pronunció por “la inmediata libertad de todos Los presos políticos de México y el restablecimiento por parte del gobierno de los derechos democráticos, como la libertad de palabra y de asociación”.[12]
En Santiago de Chile hubo un paro y una manifestación estudiantil que recorrió las principales calles de la ciudad, como muestra de solidaridad a sus compañeros en México. En París, en la Universidad de la Sorbona se hizo un mitin de solidaridad, y en Río de Janeiro se llevó a cabo una manifestación “en señal de protesta por la represión militar contra los estudiantes mexicanos”.
En Santo Domingo, estudiantes de la Universidad Autónoma apedrearon la cancillería de México, “como expresión de protesta por la ocupación de la UNAM por el Ejército”. En Helsinki, Finlandia, organizaciones de estudiantes solicitaron de su equipo olímpico no asistir a los Juegos Olímpicos, en solidaridad con el movimiento estudiantil.[13]
 
Referencias:
[1] Jardón, Raúl, 1968: El fuego de la esperanza, Siglo XXI Editores, México, 1998, pp. 90 y 91.
[2] Ídem.
[3] Martínez della Rocca, Salvador, (comp.), Otras voces y otros ecos del 68, gobierno del DF y VI Asamblea Legislativa del DF, México, 2013, p. 234.
[4] Ídem.
[5] Ídem.
[6] Jardón, Raúl, op. cit.
[7] Ídem.
[8] Ídem.
[9] Martínez della Rocca, Salvador, op. cit., pp. 232 y 233.
[10] Ídem.
[11] Ídem.
[12] Ramírez, Ramón, El movimiento estudiantil de México, julio-diciembre 1968, Era, México, 1969, p. 351.
[13] Martínez della Rocca, Salvador, op. cit.



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