Deporte y política, una relación necesaria


En los últimos días hemos vivido ciertos episodios que dan cuenta de la relación del deporte con la política, en las distintas esferas e importancia de la misma, pero con una relación directa y necesaria.
Por mucho tiempo y de forma interesada, se ha instalado en la opinión publica que la política no debe relacionarse con el deporte, que no sería sano, que la práctica deportiva y sus eventos deben estar ausentes de ella. Y es en razón de dicha disociación ficticia e interesada, que se han realizado a vista y paciencia de todos el asalto a los clubes deportivos por parte de los Leónidas Vial, los José Yuraseck y los Sebastián Piñera, validados por los Heraldo Muñoz y Ricardo Lagos. Una relación política clara e incestuosa, entre la derecha económica y los “progresistas” que manejaban el gobierno.
Es también, bajo dicha supuesta desconexión y carencia de relación, que se naturalizó el clientelismo, el aparato de favores y cuoteo en los cargos de la institucionalidad deportiva: Chiledeportes, Instituto Nacional del Deporte y actual ministerio y subsecretaria del Deporte. Total, el deporte era o es algo sin importancia y que carece de una necesidad de políticas públicas basadas en opiniones o visiones de sociedad, que no es necesario profesionalizar.
También nos acostumbramos a que los deportistas destacados o de alto rendimiento, no tuviesen opinión política respecto a los acontecimientos sociales y visión de país, ya que deben preocuparse de entrenar y rendir, con eso basta. Para qué decir de que nuestras autoridades deportivas tuvieran conocimientos de gestión, políticas publicas e instalaran en el debate principios y valores rectores del deporte, eso es innecesario e incluso mal visto.

Pues, justamente, en los últimos días hemos visto como al menos en tres episodios esta barrera en la que estaba circunscrito el deporte, ha sido desplazada y con ello han reaccionado sectores de la política tradicional que no están acostumbrados, no entienden o simplemente prefieren mantener el estatus quo en que se encuentra el deporte chileno. Es así como el futbolista Nicolás Maturana, la ministra Paulina Kantor y la mejor nadadora de la historia de nuestro país, Kristel Kobrich, han puesto de manifiesto -tal vez sin buscarlo conscientemente- posturas y opiniones políticas, traspasado los limites impuestos hasta la fecha a esta actividad.
Maturana, en una entrevista al finalizar el partido de su equipo y cuando se le entregaba un reconocimiento por ser el mejor jugador del partido, emplazó directamente al Presidente Sebastián Piñera a no abusar del poder, criticando la política del cobro de los denominados “medidores inteligentes”, los cuales deben ser pagados por los usuarios, aún cuando no existe necesidad imperativa y su utilidad práctica como su propiedad sería para los dueños de las empresas eléctricas.
Por su parte, la ministra Kantor ha sido duramente criticada por miembros de su propia coalición de gobierno, quienes consideran que ha puesto demasiado énfasis en las deportistas trans y que aquello no debería acontecer, desconociendo uno de los valores principales del deporte: la inclusión.
Por ultimo, Kobrich ha sido criticada por intentar construir un programa de captación de talentos y desarrollo de la natación en el país, lo cual, al parecer, no es del gusto de los dirigentes de la federación, quienes manifestaron su molestia por no ser consultados.
Los tres ejemplos han roto el paradigma reinante, instalando una opinión crítica y política, revelando principios básicos del deporte, como la inclusión y construyendo proyectos sin “pasar” por los mismos de siempre. Es de esperar que estas señales sean un inicio de una nueva época, de aquella que rompe con el estatus quo y comienza a visualizar al deporte con la importancia que tiene, que permita desarrollar de una vez por todas políticas publicas con presupuesto acorde a su impacto e importancia en la sociedad, y que permita que quienes tengan las capacidades en gestión y políticas publicas sean los que dirijan los destinos del deporte nacional y no sigan cuoteándose los cargos.
Que finalmente nuestro país se embarque en un desarrollo integral de todos y todas, con un pilar fundamental como es la práctica recreacional, profesional y amateur del deporte en todas sus
disciplinas e instancias.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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