¿Quién era el joven activista LGBT asesinado en Veracruz?



Miguel Ángel Medina Lara pasó de ser un niño introvertido a un chico que exploró varias facetas de su vida. “Fue femenino, masculino, una mezcla de ambos y también travesti”. Experimentó con libertad hasta llegar a una etapa que sus seres cercanos describen como “andrógina”. A sus 21 años estaba en una “transición al arte”. Fue cuando lo mataron.
El caso de Miguel Ángel Medina, o Mike, como le gustaba que le dijeran, es el último crimen que la comunidad LGBT de Veracruz considera como un “crimen de odio”. A pesar de que hay un hombre ya detenido, que confesó ser culpable, quienes a conocían Miguel Ángel no creen en la versión de la Fiscalía General de Justicia de ese estado, según la cual el asesinato fue cometido por una persona de origen centroamericano integrante de una pandilla.
El crimen ocurrió el pasado 9 de agosto en la ciudad de Acayucan, al sur de Veracruz. Miguel Ángel fue encontrado muerto dentro del panteón municipal con rastros de violencia. Lo mataron a golpes, o, como dice la activista Jazz Bustamante: “lo lapidaron”. Ella cree que es un caso que reúne las características de un crimen de odio, y que además no se trata de un hecho aislado en Veracruz.
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De entre los muchos recuerdos que tiene de Miguel Ángel, Nancy -una amiga suya de la comunidad trans que habló en anonimato- destacó que le gustaba detenerse a respirar y ver mariposas amarillas, también contó que en los últimos tiempos tenía la firme convicción de hacer una carrera artística en pasarelas y en el teatro.
El sorprendente Mike
Alex Lara, su primo, describió la vida de Miguel Ángel como una metamorfosis en la que iba sorprendiendo a las personas que lo rodeaban. “Era un chico bien alegre, quién sabe por qué porque usualmente lo regañaban mucho, o algunas cosas no le salían tan bien como él quería, pero él era feliz en serio”.
Lara recuerda a su primo como una persona pulcra y detallista desde sus primeros años. Era introvertido, callado, elegía bien con quién hablar las cosas “más profundas”, y con el paso del tiempo fue encontrando cómo expresarse a través del dibujo, una habilidad que heredó de su padre. Desde niño Miguel Ángel comenzó a dibujar diseños de vestidos en sus libretas y poco a poco dejó de hacerlo. Sus diseños cobrarían vida en él mismo.
Nancy y Miguel Ángel se conocieron en la preparatoria. Al principio tuvieron “roces” y después construyeron una amistad que se basaba mucho en el gusto por la música, y por la drag queen RuPaul. “Entre los dos hacíamos play back. Fue una de las primeras personas en Acayucan en ver esos programas. Queríamos que el mundo nos conociera por lo que éramos, nos gustaba vestirnos, travestirnos, tomar hormonas, poder hacernos a imagen y semejanza de una mujer”.
Miguel Ángel salió de la preparatoria y “cambio su perspectiva en la Ciudad de México”, donde conoció más panoramas. Eligió actitudes más masculinas, se dejó crecer un poco la barba y el bigote. Siguió sorprendiendo.
“Su expresión de género siempre fue así, muy andrógina, no le importaba que a las demás personas no les gustara, y vaya que a muchos no les gustaba, incluyendo a gran parte de nuestra familia. Aún así él aceptaba quien era y se permitía fluir con ello”, contó Alexa Lara a Animal Político.
Después del bachillerato, “por alguna extraña razón” Miguel Ángel no logró entrar a la universidad aún con su buen historial académico, y a pesar de que lo intentó en repetidas ocasiones. Fue así como encontró su camino hacia el teatro, precisamente con su primo Alex Lara.
“Yo siempre pensé que era porque estaba haciendo exámenes en lugares donde no tenía que estar, y luego le introduje un poco el teatro, que es a lo que yo me dedico. Le presenté la parte visual del teatro, la escenografía, el vestuario, el diseño de iluminación. Todo eso que hay detrás, se lo mostré porque desde niño él había sido muy fan de las artes visuales”.
De acuerdo con Jazz Bustamante, integrante del Observador Nacional contra Crímenes de Odio, Miguel Ángel estaba consciente de que su condición de género requería de protocolos de seguridad y los aplicaba. “Tenía muy claro y conocía las reglas sobre los métodos preventivos por el aumento de crímenes de odio”, dijo la activista a Animal Político.
Bustamante aseguró que el sur de Veracruz, donde está Acayucan, es de los lugares más peligrosos para ser gay, transexual, lesbiana y bisexual. Esto también lo sabía Miguel Ángel, quien aún así no dejaba de ir allá y hacer su vida con total libertad.
Ahí se había inscrito a un curso de tres días de teatro. Cuando salió de la segunda clase sus amigos y familiares perdieron contacto con él.
“Apenas estaba en esta transición al arte cuando le hicieron esto que le hicieron. Ya no logrará todas esas cosas que quería, como ser modelo. Ese, hasta donde a mí me contó, era su más grande sueño. Estar en las pasarelas de grandes diseñadores modelando como un modelo andrógino, de pronto modelar como femenina y luego como masculino, y luego hacer una mezcla muy rara pero muy fascinante para él”, lamentó Alex Lara.
Dudas sobre versión de la Fiscalía
La Fiscalía de Veracruz informó el 14 de agosto que detuvo a un hombre originario de Guatemala y aseguró que es “presunto integrante de la organización delictiva Mara Salvatrucha”, un nombre genérico con el que se conoce a las pandillas de Centroamérica.
La institución dijo tener “pruebas fehacientes” en contra del acusado, quien recibió dos años de prisión preventiva y quedará a la espera de que el juez le dicte sentencia.
De acuerdo con Alex Lara, la familia de la víctima no quedó satisfecha con los resultados entregados por la Fiscalía, y en el entorno de Mike no cuadra la versión oficial con los detalles que conocían de él.
Jazz Bustamante cree que Miguel Ángel nunca se iría a un panteón a tener una cita con un integrante de una pandilla. No eran sus gustos y no era su forma de proceder. Le gustaba que los chicos disfrutaran la danza, la música y la lectura. Por su lado, Nancy sabe que a Mike no le gustaban los hombres con tatuajes y “mucho menos con barba”. El presunto asesino tiene barba y la cara cubierta de tatuajes, y la Fiscalía de Veracruz no ofreció pistas de que al detenido le gustaran esas actividades.
Animal Político pidió su versión para esta nota a la Fiscalía de Veracruz, pero no obtuvo respuesta.
El Observatorio Nacional contra los Crímenes de Odio documentó un total de 17 crímenes de odio en Veracruz entre enero y agosto de 2019. Uno de ellos sucedió el pasado 8 de julio, cuando una mujer fue “lapidada” y encontrada en un panteón del municipio de Emiliano Zapata.
El caso de Miguel Ángel Medina Lara causó indignación entre personas usuarias de redes sociales, una de ellas fue @Efra_tzuc, quien se identificó como investigador en temas de derechos humanos e integrante de la comunidad LGBTI. Él aceptó enviar un mensaje a Animal Político:
“Es un agravio colectivo para todas las personas que nos identificamos como LGBTI. Sobre el homicidio específico de Miguel Ángel, en el código penal del estado de Veracruz se considera una agravante que la víctima se encuentre en una situación de vulnerabilidad, especificando que lo es debido a la preferencia sexual, por lo que la Fiscalía está obligada a investigar este homicidio con perspectiva de diversidad sexual, y el operador de justicia también está obligado a considerarla a la hora de juzgar”.
*La familia de Miguel Ángel autorizó a Animal Político la reproducción de la fotografía que aparece en esta nota
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