Fotografía/ The Sun
Mundo.- Anthea Smith desea que esta imagen de su oreja ensangrentada y ennegrecida se pueda publicar en la puerta de todas y cada una de las tiendas de bronceado en Gran Bretaña, para que las mujeres puedan ver las consecuencias reales de las camas.
El hábito de la cama solar de la madre de dos ha resultado en que le amputen la oreja cancerosa, y acaba de enterarse de que los médicos han encontrado crecimientos del cáncer en su hígado y pulmones.
“No sé cuánto tiempo me queda”, dijo al medios Sun Online en una entrevista entre lágrimas. “Quiero vivir para ver a mis hijos crecer y casarse, pero no sé si lo haré. “Y eso es todo porque quería un bronceado”.
Usar una cama solar siendo menor de 35 años significa que su riesgo de desarrollar cáncer de piel con melanoma aumenta hasta en un 87 por ciento, ya que la piel más joven es más susceptible al daño celular, lo que puede desencadenar el crecimiento de tumores.
La mujer de 43 años, comenzó a usar camas de bronceado cuando tenía solo 14 años y su madre alquiló una para el verano.
“Todos querían ser marrones. Todos los salones tenían una y si nos íbamos de vacaciones, mi madre alquilaba una para tenerla en casa “. “Te criaron para creer que un bronceado es saludable, mientras que en realidad es todo lo contrario a eso”.
Cuando la mujer acudió al médico por un bulto rojo en su oreja, en un principio los médicos creyeron que se trataba de una verruga, sin embargo este comenzó a crecer y se extendió como un incendio forestal, y pronto, toda la oreja de Anthea estaba cubierta de llagas negras oscuras.
Anthea se sometió a dos operaciones largas y 32 sesiones de radioterapia extenuantes antes de recibir una prótesis de oído.
Fuente. The Sun
