Al tradicional festejo del último día de clases para los egresados, hace ya unos cuantos años en Argentina se sumó el “Último Primer Día” (UPD), en donde la celebración consiste en reunirse toda la camada en una plaza o lugar público durante toda la noche y hacer una previa para después ir al colegio sin dormir.A partir de esta situación, que se da en diferentes rincones del país, se generaron muchas preocuaciones entre los padres de estos chicos y de cursos menores, pero principalmente la bronca de los vecinos por las agitadas noches de semana y los directivos de las instituciones, que sólo pueden evitar que el menor entre a clases si considera que no está en condiciones.
Los chicos festejan el UPD y van a clases tras una noche sin dormir.
La situación que se agraba año tras año tiene que ver con los residentes en edificios cercanos a plazas o lugares abiertos en donde se convirtió en moda darse el UPD. Con menores o descansando para ir a trabajar, en redes sociales es donde crece el mayor descontento con videos y publicaciones, aunque en muy pocos casos se dan situaciones de agresión.En los colegios, por otro lado, cada vez se toman más medida en contra de los padres y se han llegado a librar actas contravencionales a los mayores, y en otros casos, se ha suspendido o informado a los alumnos que no lleguen en condiciones normales de atender en clase.
Los festejos se extienen en lugares públicos y ahora buscan que sea en espacios cerrados como boliches o clubes.
Sin embargo, lejos de que se termine esta tradición, en 2020, se busca generar menos peligro para los chicos y los padres tratan de solucionarlo. Por eso, ante la inminente noche de fiesta por el UPD, muchos buscan contratar boliches o clubes de barrio para que todo sea celebrado en un ambiente más controlado. Otros, en cambio, medidas alternativas como tener días de campo organizados por los colegios en lugar de clases.El UPD es una nueva forma de festejo en los adolescentes que lejos está de terminarse, por eso, cada vez son mayores las ofertas de empresas de cotillón para estas fechas o de distribuidoras de bebidas alcohólicas. Sin embargo, el control médico, escolar y parental también crece de la mano de esta situación, en donde el principal objetivo es encontrar un consenso para que se pueda celebrar con conciencia.
