Frente a la pandemia de coronavirus, el aislamiento social, preventivo y obligatorio se convirtió en una de las medidas necesarias para la prevención y cuidado. Sin embargo, la violencia machista no entró en cuarentena, y no la frena ningún barbijo.Según el último informe de Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, en el mes pasado una mujer fue asesinada en manos de un varón violento cada 29 horas, y se registraron al menos 86 femicidios desde 1 de enero al 30 de marzo.Con el fin de visibilizar y concientizar sobre esta situación, tres directoras argentinas decidieron impulsar una campaña en redes sociales que consiste en congelar objetos, fotografiarlos y subirlos a las redes sociales bajo la consigna “Aislamiento no es silencio”.”Es lógico que las noticias estén copadas por las novedades del virus y sus consecuencias, pero creemos que el aumento de la violencia doméstica es otro más de los estragos de esta enfermedad y un tema que debe estar muy presente por sus consecuencias en mujeres y niños”, indicaron las directoras.Filo.News dialogó con Josefina Pieres, Sofía Poncini y Lucía Iturbe para conocer el detrás de escena de la iniciativa, a qué apunta, cuál fue su repercusión, qué implica vivir la cuarentena como artistas y más.La cuarentena no congela tus derechos
En tiempos donde la norma es alejamiento y soledad, el arte se vuelve fundamental a modo de vía de escape de esa realidad; como definen las directoras, “un ámbito donde canalizar nuestra emociones y creatividad, ahora más que nunca”.”El arte nunca está quieto, te obliga a tener herramientas de adaptación constante. Ahí es donde el arte nos salva. En este contexto, creo que es fundamental poder conectar con el presente para sobrellevar sanamente el aislamiento, comprender quiénes somos y hacia dónde elegimos ir”, afirma Pieres.En este contexto nació la idea de encarar un contenido sobre violencia de género, destinado a “todas las mujeres que viven con su agresor y que hoy en día, por la cuarentena, su situación se agravó”. El equipo estuvo integrado por 7 mujeres en total, entre directoras y productoras de Casta Diva BA.
“Como mujeres y parte de una sociedad que viene trabajando fuerte por nuestros derechos, quisimos colaborar en que no se pierda la atención en un tema tan delicado como la violencia doméstica que ha aumentado de un modo muy preocupante”, destaca Iturbe.Con el objetivo en mente, solo quedaba pensar en el cómo; tenía que ser un mensaje directo, una imagen sencilla, concreta, con emoción, para que hacerles saber a todas las mujeres que no están solas, que tienen diferentes líneas de ayuda. “La propuesta fue que cada una congele lo que quiera, porque esa iba a ser la premisa en adelante. No son imágenes cerradas, son invitaciones a reflexionar sobre lo que cada uno siente sobre el estar congelado. Las primeras fueron una llave, un labial, flores, un collar, una mano, juguetes. No nos interesa que cada imagen tenga un nombre propio, nos interesa la pluralidad de visiones para poder alcanzar a una pluralidad de público. Que cada uno pueda identificarse con una y no importa si no siente lo mismo con otra. Fueron nuestro puntapié para que esto continúe y se expanda”, aseguran.
¿Qué rol cumple lo audiovisual en la lucha? “Como directora pienso constantemente en la posibilidad de transformación a través de la imagen. Lo audiovisual conecta directamente con el inconsciente y por eso se vuelve un arma tan poderosa. Una imagen hace sinergia con miles de elementos en el imaginario de cada uno que la ve y provoca mucho más de lo que sabemos y podemos nombrar”, explica Pieres y agrega: ” Creo que trabajar desde lo audiovisual puede movilizar mucho a quienes están en situaciones de violencia”.A futuro: la campaña post cuarentena
La iniciativa no tardó en volverse viral en redes sociales, donde recibió cientos de “likes” y comentarios. Sin embargo, no se trata de una campaña cerrada ni terminada: “Es una invitación a la reflexión y una fuerza en expansión para motivar y movilizar a quienes se sienten congelados en su interior”, reflexionan.Según explicaron, las artistas seguirán trabajando en la causa, por lo que comenzaron a buscar cómo hacer para hacer crecer el proyecto. “No queremos que se vuelva una cuestión mediática ni publicitaria, sino un verdadero trabajo por los derechos apuntado a movilizar a las víctimas”, agregan.”Nos interesa seguir involucrándonos en estas problemáticas y seguir pensando de qué forma podemos ayudar desde nuestro lugar de directoras y productoras”, destaca Poncini. Juntas, organizadas, todavía queda mucho por hacer para visibilizar estas realidades.En esta nota:
