Entrar dentro de los parámetros de belleza no te hace más fuerte



¿Quién no se ha mirado al espejo y más de una vez ha criticado su propio cuerpo? “¡Cuantos cachetes!”, “¡Qué cara flaca!”, “¡Qué ojos grandes!”, “¡Qué ojos chicos!”, “¿Por qué no tuve los ojos de otro color?”, “¡Qué feas ojeras!”, “¡Cuánta papada!”, “¡Qué horror este rollo!”, “¡Podría tener más masa muscular!”, “¡Qué piernas flacas!”, “¡Qué piernas gordas!”, y así podríamos encontrar miles y miles de comentarios si quisiéramos.

Comentarios que nos hacemos a nosotros mismos. Comentarios que, aunque no nos demos cuenta, nos hacen muchísimo más daño que cualquier otro comentario que nos pueda hacer un tercero, porque tu percepción de vos mismo o de vos misma te puede perjudicar más que la percepción del resto. Y ¡ojo! con esto no quiero decir que no nos influya lo que escuchamos de afuera, pero creeme que lo que te decís a vos mismo tiene un peso extraordinario, un peso que es difícil dejar de cargar de la noche a la mañana.Sí, obvio, lo que nos dice el resto también lo vamos a trasladar por la vida con mucho peso, pero en algunos casos es más fácil de liberar. En cambio, lo que nosotros mismos hacemos con nosotros mismos y lo que pensamos de nosotros mismos nos forja desde lo más profundo, nos hace ser quienes somos.Si nos creemos menos, siempre vamos a ser menos. Y ahí está el punto, en aprender a cambiar la imagen que vemos de lo que en verdad somos. Lo que vale es nuestro esfuerzo, nuestros logros, nuestros principios, nunca será lo físico, lo cual además es efímero, no dura para siempre.Justamente eso fue aprendiendo la actriz y conductora Jimena Frontera al comenzar a trabajar la deconstrucción social, y partiendo de esa base fue que comenzó a grabarse y publicar sus videos en Instagram con un único fin: fomentar el amor propio. Videos que rápidamente se viralizaron y tuvieron gran impacto en redes sociales.
“Un día estaba desvelada, no me podía dormir, me levanté de la cama a eso de las 7 am, me puse una bikini, agarre el trípode y me fui al living a bailar casi sin pensarlo. Sentí una liberación hermosa”, cuenta Jimena en diálogo con Filo.news respecto al primer video que grabó mostrándose tal y como es.

Cuando comenzó colgar sus videos en Instagram recibió todo tipo de comentarios, los cuales variaron desde mensajes “de agradecimiento, de motivación y de un ‘despertar’”, hasta críticas fundadas en que como ella entra dentro de los parámetros de belleza no era válida su opinión sobre el odio hacia uno mismo.Pero ahí hay que entender algo que me parece fundamental, y es que no sufre sólo aquel que está por fuera de los benditos -o más bien, malditos- cánones de belleza. Realmente, por culpa de ellos, sufrimos todos. Pensar que quienes entran dentro de esos parámetros están exentos de sufrimientos por su imagen, es totalmente falso. El amor propio se debe fomentar en cualquier caso, porque es el único que nos va a salvar.
Es irreal creer que detrás de un cuerpo “flaco” y una cara “bonita” no existe el sufrimiento, el auto castigo y la exigencia. Entrar dentro de ese grupo no te resuelve la vida, y hasta quizás llegar a estar ahí costó y cuesta mucho dolor, porque déjenme decirles que para la sociedad nunca nada es suficientemente, siempre se te pide un poquito más.“A pesar de entrar dentro de esos ‘parámetros’ yo me vengo maltratando desde los 13 años. Por lo que creo que esto no es una competencia de quién sufre más o quién sufre menos, sino un intento de que todos mejoremos ese diálogo interno, para ser más felices y dejar esas presiones sociales atrás”, detalla Jimena.

Y agrega: “Yo soy muy musculosa, naturalmente. Y a los 13 años mis músculos se desarrollaron más todavía y mis cuádriceps crecieron mucho. Yo me obsesioné con eso, y empecé a hacer todo tipo de dietas para adelgazarlos y hacerlos entrar dentro del parámetro de lo que era ‘lindo’. Esa obsesión creció y creció y creció. Después no solo eran mis cuádriceps sino también mi panza, mis brazos, mi papada, mi piel…”.Pero finalmente, Jimena pudo derribar las voces en su cabeza que la castigaban constantemente. “Me costó muchísimo. Pero creo que el despertar final fue cuando me mostré tal y como soy. Ahí se cayeron todas las rejas de la cárcel que me había creado para mí misma. Fue como un ‘fiuff, ya no tengo que pretender ser algo que no soy’”, asegura.”Muchas veces creemos que la solución va a venir estando delgados. Que ‘cuando tenga ese peso, o ese cuerpo que tanto quiero’ vamos a ser felices. Y la verdad es que no es así. El físico ‘perfecto’ y el amor propio no tienen ninguna relación. En vez de luchar por tener determinada figura, trabajemos para conseguir amor propio, porque ese es el único camino al bienestar”, sostiene la actriz y conductora.
E intenta que todos podamos entender “que no tiene sentido perdernos la vida estando tristes, hablándonos mal a nosotros mismos y sin valorar nada de lo que tenemos”. De todo modos reconoce que “no es fácil frenar nuestros pensamientos negativos, pero la comunicación y la buena relación con nosotros mismos es lo más importante para encontrar ese amor propio que todos buscamos”.Respecto a que todo lo que podamos llegar a pensar, creer o crear con nuestras percepciones está muy ligado a lo impuesto por la sociedad, Jimena sostiene que no quiere poner su energía en luchar contra eso, sino prefiere ocuparse de ella misma, de su interior “para poder ser feliz a pesar de esta sociedad y sus exigencias”, para “no terminar hundida”.

Por último, en cuanto al bullying, a la discriminación y el gordoodio, señala: “Es muy triste que la gente opine y maltrate al resto, sin importar el daño que se le puede hacer a la otra persona. Ya es suficiente con nuestra propia exigencia, en vez de atacarnos ayudémosnos a superarnos y amarnos”.Y es así, ni aunque quisiéramos podríamos dimensionar el mal que podemos causarle a quien criticamos, porque aunque creamos que sí, nunca sabemos lo que internamente está viviendo, sintiendo, pensando, el otro. No solo podemos llegar a ser muy crueles sino que podemos provocar efectos que ni siquiera teníamos pensados.Vivamos con respeto. Empezando por respetarnos y aceptarnos a nosotros mismos para poder irradiar ese amor y respeto hacia el otro. Lo que somos hoy es temporal, y si queremos cambiar algún aspecto no está mal, porque somos evolución, pero hagámoslo siempre desde lo más profundo de nuestro ser, lo que implica, el amor más puro. Porque en definitiva todo lo malo que nos remarca el otro solo se puede permear en nuestro ser de acuerdo a cómo nos tratemos nosotros mismos.



Source link

Related Posts

Add Comment