La aerolínea taiwanesa, StarLux, lanzó una oferta de vuelos con destino hacia ninguna parte en especial, el trayecto consistió en dar un breve paseo aéreo: el avión despega desde el aeropuerto internacional de Taoyuanse, se acerca a los países vecinos sin traspasar la frontera, y regresa al punto de partida.Según informaron varios sitios webs de aquel país, la oferta fue un éxito: en cinco minutos se agotaron los 188 asientos disponibles, a un valor 160 dólares.
El avión JX-8888 salió el 7 de agosto a las 11 de la mañana y sobrevoló la costa este de Taiwán, a continuación, se dirigió hacia el sur de Filipinas y regresó por la misma ruta. El piloto de la nave fue el presidente de la compañía, Chang Kuo-wei, conocido como “Príncipe Hamlet”.El vuelo fue de tres horas y se mantuvieron a una altura más baja de lo habitual, para que los pasajeros logren sacarse fotos y además el paseo incluyó comida con distintas opciones de la cocina asiática. Al finalizar, también recibieron un juego de regalo y ofertas de descuento para productos libres de impuestos.
El “Micro viaje aéreo”, como lo denominó la empresa, generó un gran caudal de ingresos para una compañía y una industria que está pasando por los peores momentos de su historia y están buscando una forma de reinventarse.