Enrique Osses, el hombre a cargo de los árbitros en la ANFP, explicó cómo será el criterio en la cancha cuando ocurran los festejos, los que, según los nuevos protocolos, prohiben el contacto físico entre los compañeros, algo que los propios jugadores ven como difícil de respetar.
Es por eso que aclaró que los criterios ya fueron explicados a los clubes y sus planteles primando el sentido común, aunque lo que se considera como “excesos” serán castigados con amarilla al capitán del equipo. “Tienen que haber situaciones muy exageradas para que hayan sanciones (…) esperamos como árbitros no tener que amonestar a nadie. Pero si hay una coreografía o montoncito de ocho, vamos a tener que amonestar”, dijo a radio ADN.
“Tenemos que hacer una etapa de marcha blanca, hablar con los planteles en el camarín y explicarles que deben limitarse en los festejos. No creo que existan excesos, pero eso vamos a sancionar”, dijo.
“El capitán es el que va a ser sancionado, pero el mensaje es para que todos nos controlemos, que estemos con el freno de mano a la hora de celebrar”, reiteró Osses.
Sobre la situación de los escupos, volvió a aplicar un criterio de sentido común. “Los escupitajos cuando son al rival son tarjeta roja, cuando un tipo se pega un pique de 50 de metros en El Salvador y es algo futbolero lo vamos a entender. Los besos hay que tratar de limitarlos”.
Para los técnicos también habrá un criterio. Por ejemplo, la normativa es que deben estar en el banco con mascarilla, pero se permitirá que se la saquen para alguna charla particular. “Si quiere dar una instrucción específica a un jugador puede hacerla, pero en principio deben usarla y después volver a ponérsela”, aclaró.
Situación Var
Osses también detalló cómo operará el VAR. Se seguirá trabajando en camiones ubicados en los recintos, pero de cinco personas se tendrá solo a tres: un operador y dos árbitros. La idea es que en la segunda rueda se incorpore la revisión de las jugadas a la transmisión televisiva y que se escuche el diálogo entre el referí y el VAR.
