El Relevo Pendiente – La Opinión de Miguel Perez Pompa



Hace un mes cuándo se comentaba acerca del Día Internacional de la Juventud en esta columna, hice referencia a la Generación Esperanza que conforma a las juventudes partidarias del Morena, el cómo esta nunca necesitó cuotas ni espacios para tener una participación dentro de la política y cómo con ética política su relevo generacional será inevitable. Ahora pareciera que ese relevo pudiera cumplirse, dada las particularidades de la convocatoria emitida por el INE para elegir la Presidencia y la Secretaria General del CEN de Morena.
De esa manera, surgieron varios aspirantes a contender en la encuesta dejando ya de lado si estaban o no de acuerdo con ese método o incluso si cumplían cabalmente con el único requisito que es estar dentro del padrón de afiliados que tiene en su poder el INE, mismo que se entregó desde la fundación del partido y que ahora solo ha tenido algunas depuraciones que distan mucho del padrón interno del movimiento. Por su parte, la mayoría siguen en sus aspiraciones e incluso se han sumado más que desafortunadamente no comparten el mismo escenario mediático que sus contrincantes, caso contrario de la contadora Bertha Lujan Uranga que renunció a la suya
Por su parte Gibrán Ramírez Reyes tomó la iniciativa de ser un aspirante “joven” a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional, para la Secretaria General Antonio Attolini Murra, de igual manera lo hace la compañera Senadora Citlalli Hernández Mora, cuadros políticos jóvenes que, si bien son diferentes entre ellos en su manera de pensar y actuar, fomentan ahora lo que bien pudiera ser necesario para un partido político como lo es el Morena, el relevo generacional. 
Situación contraria a la de la nueva aspiración por parte del Diputado Federal Porfirio Muñoz Ledo, que si bien es un referente crítico de la Cuarta Transformación pareciera que su proyecto pondría más en pausa el relevo generacional que es necesario en diversas estructuras partidarias. Por otro lado, hay que mencionar que el concepto de “joven político” no se constriñe únicamente a la edad que tengan los aspirantes, ya que en la cultura de la política mexicana este concepto ha ido cambiando, tanto es así que antes los políticos jóvenes tenían 50 años, luego 40, ahora 30 y ya hay quienes con 20 o menos están empujando la puerta para ser considerados como tal.
Si bien el método de encuesta para elegir a la dirigencia nacional de Morena ha abierto la puerta para que casi cualquier personaje pueda participar en ella, también ha logrado la posibilidad de que exista un relevo generacional en posiciones de primer nivel de un partido, sin que estas estén a la sombra de padrinos políticos o proyectos facciosos para poder lograr su cometido.
Finalmente, el tema generacional es un relevo pendiente no solo en los partidos políticos sino en general en la vida política de México y a este se le puede sumar otro relevo, que la política no solamente se dicte desde el centro del país, en lo que atañe a Morena, sino que ese relevo también llegue a los estados y que se tome a la par a los cuadros capitalinos y a los “provincianos.
Las opiniones vertidas en las columnas son de exclusiva responsabilidad de quienes las suscriben y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Monitor Expresso



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